La presión policial en Reus triplica las actas contra las actitudes incívicas durante el 2018
El alcalde afirma que la Guardia Urbana aumentará todavía más los controles y el consistorio pondrá en marcha una campaña de sensibilización
La Guardia Urbana de Reus ha cerrado en el 2018 como el ejercicio con más presión policial contra el incivismo de los últimos años con 2.453 actas levantadas. Esta cifra casi triplica la del 2017, cuando hubo 922. Según ha explicado este miércoles el alcalde de Reus, Carles Pellicer, el aumento de levantamiento de actas no viene derivada de un incremento de las actitudes incívicas, sino por «la presión que la Guardia Urbana hace, mucho más insistente.» El consumo de alcohol en la calle encabeza la lista de denuncias, con 858 este año, seguido de orinar en la vía pública -756-, ensuciar -125-, molestias por ruidos -86- u ofrecer o solicitar servicios sexuales -69. La mayoría de actos están vinculados al ocio nocturno y, según el alcalde, vienen generados por los clientes y no por los locales, «que son de calidad».
Pellicer ha asegurado que el Ayuntamiento iniciará una campaña de sensibilización y que se seguirá aumentando la presión policial. «El gobierno de Reus está totalmente decidido y determinado a resolver situaciones que afectan a la convivencia y preocupan la ciudadanía», ha señalado. De hecho, según el alcalde, el incivismo figura entre las cuestiones que más preocupan a los vecinos de la ciudad, según se constató a la última junta local de seguridad.
El alcalde de Reus ha presentado el balance de la lucha contra el incivismo del 2018 acompañado del concejal de Seguridad, Joaquim Enrech, y del jefe de la Guardia Urbana, Ricard Pagès, desde la placita de los Argenters, punto habitual de 'botellón'. Según los datos del consistorio, en la ciudad hay unos 24 puntos habituales donde se hace consumo de alcohol irregular en la calle, y en estos puntos se aplicará más presión durante este año para «acabar con ellos».
El 'botellón' «genera ruidos, suciedad en las calles y causa molestias a los vecinos», ha añadido Pellicer, que dice que esta actividad supone «un coste económico» para Reus «que no tenemos por qué permitir». Sin que se hayan dado cifras concretas, el alcalde ha explicado que el gasto de hacer limpieza en las zonas donde ha habido 'botellón' es elevado porque hace falta que la brigada de limpieza pase con una manguera con agua y «eso incrementa el tiempo» de trabajo. Las sanciones para consumir alcohol de manera irregular en la vía pública son de 300 euros y pueden ascender hasta los 600 euros, en caso de repetición.
La mayoría de comportamientos denunciados están vinculados al ocio nocturno, no tanto por los locales como por los clientes, que cuando salen o se encuentran en la calle no respetan el descanso de los vecinos. «Reus tiene un ocio nocturno de calidad», ha reivindicado Pellicer. La Guardia Urbana mantiene contacto constante con los propietarios de los locales para concienciarlos hacia la necesidad de hacer convivir el ocio nocturno con el resto de actividades que tienen lugar en la ciudad, y controla las actitudes incívicas que se pueden producir en la vía pública.
Aparte de no aflojar la presión policial y, de hecho, incrementarla, el consistorio pondrá en marcha una campaña «de concienciación» sobre las conductas incívicas. «Hace falta mantener y respetar el espacio público como un espacio de todos para garantizar la buena convivencia», ha dicho Pellicer.
En total, el año 2018 se han levantado 2.453 actos, fuerza por encima de las 922 del 2017; las 1.557 del 2016; las 728 del 2015, o las 581 del 2014.