Urbanisme cierra el expediente por las naves ocupadas en Prous i Vila
La Guardia Urbana está presente en la zona, que incluye Pere el Cerimoniós, donde la propiedad ya denunció que habitaban personas
El Ayuntamiento ha cerrado el expediente de disciplina urbanística que puso en marcha en relación a las naves industriales abandonadas y con presencia de ocupas en las calles Josep Maria Prous i Vila y Pere el Cerimoniós. Fuentes municipales detallan a Diari Més que Urbanisme ha dado el paso después de realizar dos requerimientos en la propiedad por los que ha recibido respuesta. Uno de ellos era en lo referente a la parte de una de las fachadas, que presentaba peligro de caída y que quedó solucionada. El otro de los requerimientos iba orientado al cierre de las naves. Una reciente inspección ha constatado que las construcciones disponen de puertas y que se encuentran cerradas y, por lo tanto, este segundo punto también tiene que considerarse resuelto. Las mismas fuentes precisan que, aunque el expediente se cierre, habitualmente en estos casos se realizan revisiones periódicas para comprobar que todo continúe en orden.
La presencia de personas que habitan de manera irregular en el interior de las naves inquieta al menos una parte del vecindario de la zona. Algunos de los vecinos se quejaban hace unos meses de los ocupas y decían que «la policía tiene que estar viniendo cada dos por tres», pero otros apuntaban que «hacen su vida, casi toda dentro de las naves, y no se meten con nadie». En algunos de los antiguos talleres, las puertas fueron agujereadas y se colocaron candados. La zona, que con el paso del tiempo ha acabado quedando localizada en un punto relativamente céntrico de la ciudad, registra, también durante la mañana, un importante movimiento de entradas y salidas.
A la espera del juzgado
En este sentido, fuentes municipales recuerdan que la Guardia Urbana lleva a cabo frecuentemente controles en torno a las mismas naves y está presente. La capacidad de intervención de la policía local con respecto a las ocupaciones, con todo, se limita al acompañamiento de la comitiva en caso de que se acabara produciendo un desahucio de estas construcciones industriales, el cual tendría que ser ordenado por un juez. El propietario de las naves denunció, tal como explicaba el concejal de Seguretat, Joaquim Enrech, a finales de octubre, la situación de ocupación a los juzgados, hecho por el cual las construcciones podrían ser desalojadas si llega una orden judicial. En la misma comparecencia, Enrech lamentó que la ley deja poco margen a las administraciones en episodios así.
Con respecto a los ocupas, la concejala de Benestar Social, Montserrat Vilella explicaba en el transcurso del pleno del pasado mes de septiembre que Servicios Sociales tuvo constancia de su presencia «desde el 27 de junio» del 2018, cuando «el educador fue a uno de los espacios de la ciudad que atiende a personas sin techo o con otros problemas importantes en cuanto a la esfera social y se nos comunicó que había un número de cuatro o cinco personas» viviendo en las naves. «Seguramente», precisaba en aquel momento Vilella, esta presencia «no es constante en el tiempo ni son fijas». «La red integral de atención a las personas sin hogar tiene este tema encima de la mesa, entendiendo que es un tema complejo y difícil y que no será de un solo día» concluía semillas la concejala de Benestar.