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Participación

Los Presupuestos participativos de Reus harán realidad ideas inclusivas y para niños

La segunda edición, dotada con 750.000 euros, materializará hasta 13 proyectos propuestos por el vecindario

La concejala de Participación, Montserrat Flores.

Los Presupuestos participativos harán realidad ideas inclusivas y para niñosOlívia Molet

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Los Presupuestos participativos 2019 de Reus harán realidad un total de 13 proyectos de la sesentena que pasaron a la fase de votación, que quedó cerrada este lunes por la noche. En líneas generales, y tal como precisaba ayer a la concejala de Participación, Montserrat Flores, las iniciativas escogidas reflejan un deseo de fomentar la inclusión y también un incremento en la demanda de espacios para familias, entre otros aspectos. Con respecto a la cifra de votos emitidos, esta se ha quedado en 6.214, cerca de un 25% menos que los 8.349 que se registraron en el 2018. Flores atribuía la bajada a efectos de novedad que generaron los primeros Presupuestos y destacaba que esta no ha resultado tan marcada como otros municipios con una población similar. Las propuestas aprobadas se repartirán 750.000 euros. Las mejoras en la plaza de Antoni Correig i Massó, en el apartado de grandes proyectos, y la adaptación de las guarderías con elementos para niños con capacidades diferentes, en el apartado de pequeños proyectos, han sido las ideas más votadas. La primera ha obtenido 317 votos y costará 120.000 euros y en la segunda, con 367 votos, se destinarán 50.000 euros.

El resto de las iniciativas que se materializarán a través de los Presupuestos participativos 2019 consisten en mejoras en la sala polivalente y el exterior del espacio de La Palma –270 votos y 120.000 euros–, convertir Reus en una ciudad más inclusiva –249 votos y 150.000 euros–, iluminación de la calle Astorga –236 votos y 60.000 euros–, desfibriladores para los poliligeros –349 votos y 6.000 euros–, insonorización de la sala del Centre Cívic Ponent –346 votos y 25.000 euros–, fuentes en las zonas públicas –228 votos y 50.000 euros–, ampliación del espacio infantil del Parc Sant Jordi –191 votos y 30.000 euros–, baldosas-guía en las aceras y en los pasos de peatones –182 votos y 50.000 euros–, mejoras en el parque del Trenet –177 votos y 25.000 euros–, un banco de recursos para entidades y colectivos –139 votos y 50.000 euros– y contenedores para depositar cigarrillos en la ciudad –122 votos y 10.000 euros. Flores valoraba ayer que al final de este proceso se puede decir que Reus ha crecido nuevamente desde la perspectiva democrática, ya que ha ampliado los mecanismos para que su ciudadanía disponga de herramientas de decisión directa sobre dónde y cómo es debido invertir los recursos municipales.

Colectivos con dificultades

El proceso de Presupuesto participativo 2019 ha experimentado un notable aumento en el número de propuestas presentadas. Mientras que en el proceso de presupuestos del 2018 se presentaron 93 propuestas este año se han presentado 187. Tal como pasó en la edición anterior, entre las propuestas ganadoras está la inclusión de elementos adaptados en los parques de la ciudad. «Este año, se ha vuelto a demostrar que la sociedad reusense es una sociedad que trabaja para la inclusión. Muchas de las propuestas finalistas piden mejoras para colectivos con dificultades, y en este caso el proyecto más votado de todos los presupuestos ha sido dotar a las guarderías de elementos para niños con capacidades diferentes», apuntaba ayer a la concejala de Participación.

El papel de la juventud

Entre las propuestas presentadas ha habido también iniciativas impulsadas por la juventud, como la remodelación de La Palma, que el año pasado ya estuvo presente. En esta edición 2019, la misma idea ha pasado del quinto lugar de votación a ser la segunda y, por lo tanto, ha sido escogida. Según la concejala Flores, este hecho indica que ha sido un acierto el cambio de 16 a 14 años la edad mínima para poder votar.

«Incluir a la juventud dentro del ámbito de la participación es un gran reto y tiene muchas dificultades», apuntaba ayer a Flores, «pero creemos que los presupuestos participativos son una buena vía de entrada para el colectivo».

Una vez los servicios técnicos empiecen a diseñar cada uno de los proyectos más votados, se pondrán en contacto con la ciudadanía que los ha propuesto con el fin de detallar las ideas y ejecutar el proyecto, tal como se había pensado en su presentación. Después hará falta redactar el proyecto, según la cantidad, licitar la obra pública y después ejecutarla. Eso implica que algunos de los proyectos no se podrán empezar a ver ejecutar hasta casi un año después. Parte de las ideas que recibieron luz verde a los Presupuestos 2018 todavía se están llevando a cabo ahora.

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