La Iglesia Evangélica no tendrá que pagar la reforma del Alt de Sant Pere de Reus

La Iglesia Evangélica ha interpuesto un recurso para no hacer frente al pago de las contribuciones especiales vinculadas a la obra de reforma de la calle Alt de Sant Pere. Fuentes de la comunidad, que ocupa un edificio ubicado en la calle de Vidal esquina con Alt de Sant Pere, explicaban ayer al Diari Més, que, por el hecho de tratarse de una iglesia, y tal como pasa con el IBI, el centro de culto –que tiene 400 metros cuadrados de superficie– tendría que quedar exento de esta cuota tributaria. El recurso, que se abordará como el octavo punto del orden del día del próximo pleno, el cual tendrá lugar el 11 de febrero, ha sido aceptado.

La cifra a abonar por la remodelación, a qué tienen que responder los edificios de que dan en Alt de Sant Pere en el tramo entre la calle Doctor Robert y la Riera de Miró, se calcula individualmente para el propietario de cada inmueble teniendo en cuenta cuestiones como los metros de fachada. Los vecinos, así, asumirán un 35% de la inversión, que se sitúa en torno a los 315.000 euros. La intervención era una histórica reclamación del mismo vecindario, que pedía poner fin a las estrechas aceras y a los hoyos en el pavimento.

El proyecto sale adelante

La cuota se notificó en un inicio a la Iglesia Evangélica, según precisan fuentes municipales, porque esta no había acreditado documentalmente que se tratara de un centro de culto. Como que ahora sí que lo ha hecho, no tendrá que pagar las contribuciones, tal como pedía en el recurso. Las mismas fuentes detallan que el recurso en ningún caso pone en riesgo la ejecución de los trabajos. El movimiento de la iglesia tampoco habría hecho retrasar plazos, que se marcan teniendo en cuenta estos trámites.

La obra está planteada como la continuidad de las actuaciones de remodelación anteriormente realizadas en los últimos años en las calles de Travessera Sardà, la plaza Molrius, la calle de Sant Tomàs, de Sant Miquel y de Josep Anselm Clavé. La actuación se prevé en el tramo entre la calle de Doctor Robert y la Riera Miró. La solución adoptada tendría que aportar, tal como explicaban en su momento desde el mismo Ayuntamiento, mayor comodidad al peatón, aumentando la anchura de las aceras actuales y reduciendo la densidad del tráfico, ya que se elimina la superficie de aparcamiento. En este sentido, se considera que dispone de suficientes aparcamientos subterráneos próximos, como el de la plaza Llibertat y el del Pallol. El proyecto mantiene el sentido de circulación del tráfico actual. El pavimento de las aceras se hará de loseta y el de la calzada con asfalto.