Laboral
Diecinueve empleados demandan Virginias por despido improcedente
El proceso va dirigido también contra Risi, Acrimont y una serie de empresas que los trabajadores relacionan con Industrias Rodríguez
Un total de 19 trabajadores de entre los 68 de la plantilla de Virginias que dejaron de prestar servicios a la fabricante de dulces reusense el 31 de diciembre han iniciado un proceso de demanda, por despido improcedente, contra Risi i Acrimont –las empresas que, en julio del 2018, compraron la unidad productiva de Virginias por 5 millones–, y contra la misma Virginias, es decir, Industrias Rodríguez. La demanda va también dirigida contra una veintena de sociedades que los empleados consideran que estarían vinculadas en Industrias Rodríguez a través de un sistema de grupo y que «tendrían responsabilidad sobre el personal».
Los profesionales despedidos reclaman, tal como concreta en el Diari Més la graduada social y letrada que los representa, Encarna Quirós, una indemnización solidaria superior a la que han percibido. La pretensión es que la mayoría de los empleados acaben ingresando tres años y medio de salario en lugar del año que se les ha pagado, que es el tope a que podían aspirar en caso de que el suyo fuera un despido objetivo por causas económicas. La diferencia entre lo que tienen y lo que solicitan supera, para algunos trabajadores, los 50.000 euros.
Acto de conciliación
La fecha del acto de conciliación administrativa, que representa un paso obligatorio y previo al inicio del procedimiento judicial como tal, ha sido fijada para el día 13 de marzo. Será a partir de aquí, y con la previsión de que no se llegue a un acuerdo, que la tramitación dará el salto a los juzgados. En el caso de Risi y Acrimont, según Quirós, «consideramos que ha tenido lugar una venta de unidad productiva en el procedimiento concursal y que, por lo tanto, tendrían que haber subrogado el 100% de la plantilla. Como no lo han hecho con todos, se han producido los despidos». En relación a Virginias y a las empresas que los empleados entienden que estarían vinculadas, «queremos acreditar que los administradores de Industrias Rodríguez, que es la única concursada, tienen otras empresas además de esta y pensamos que ha habido una confusión patrimonial». Eso supondría, siempre según Quirós, que «se habría hecho un mal uso, a nivel mercantil, de Industrias Rodríguez y que a partir de aquí se ha causado la insolvencia».
Los empleados que han impulsado este proceso de demanda forman parte de los que llevaban más años trabajando en la empresa y cuya indemnización había quedado parada por el despido objetivo. La plantilla de Virginias, entre la fábrica de Reus y la de Pardinyes, tenía 162 profesionales. El 21 de diciembre finalizó el periodo de consultas por un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que acabó con acuerdo por el voto favorable de 53 empleados y el «no» de 52. Se aprobó, en aquel momento, que 125 profesionales perderían su puesto de trabajo y percibirían una indemnización de 25 días por año con un tope de 12 mensualidades y un máximo de 360 días.
Más bajas el 28 de febrero
Los primeros 68 trabajadores fueron despedidos el 31 de diciembre, otros 37 han sido subrogados por Acrimont y el resto perderán el contrato el próximo 28 de febrero. Risi no se habría quedado, así, con ningún trabajador. Al menos parte de los empleados que serán despedidos el jueves de la próxima semana han estado haciendo trabajos para Risi, por un pedido de galletas de cerca de 2 millones de euros, según concreta Quirós. A partir del 1 de marzo, Acrimont seguirá fabricando turrones y chocolate desde la factoría de Reus y se seguirán comercializando productos bajo la marca Virginias, una histórica de su sector.
El perfil de las personas que pierden su puesto de trabajo es el de «trabajadores con mucha antigüedad, mayores de 50 años que llevan toda la vida dedicados a eso y que ahora se van a la calle». Algunos de ellos tendrán posiblemente la opción de una jubilación anticipada una vez completados los dos años de paro. Para otros, sin embargo, la situación será más complicada al no poder hacer coincidir estas dos circunstancias.