Operativo contra las conexiones ilegales en al menos cinco bloques de Mas Pellicer

Empleados de compañías de suministro eléctrico y de aguas están llevando a cabo, desde primera hora de la mañana, una nueva operación contra el fraude eléctrico en Reus. Hoy, la intervención se centra en la zona de Mas Pellicer, donde se habría actuado ya en al menos cinco bloques para desenganchar conexiones ilegales en las redes. Fuentes municipales confirman al Diari Més que la operación se ejecuta con el apoyo de agentes de la Guardia Urbana, tal como se ha hecho en las últimas ocasiones. Esta es la segunda vez que, recientemente, se realiza un despliegue similar al barrio. El anterior tuvo lugar unos tres meses atrás. En aquel momento, se habían contabilizado un centenar de hogares enganchados de manera irregular a la luz.

No todos los pisos donde hay conexiones manipuladas, sin embargo, son pisos de ocupas. Habría vecinos que habitan su casa con toda la documentación en orden y que, igualmente, se han enganchado a la electricidad. La intervención de las suministradoras, con el apoyo de Guardia Urbana, ha generado curva en el barrio, donde algunos de los inquilinos de los bloques donde se están haciendo cortes han salido a los patios para interpelar a la policía y observan los trabajos de los operarios. Algunos niegan haberse conectado ilegalmente a la luz o el agua y, entre el resto, impera el mutismo. La mayoría a veces que se detecta y desengancha una conexión ilegal, todo deriva en la tramitación de una denuncia para quien estaba haciendo uso.

La semana pasada, 15 cortes

Hace justo hace una semana, las mismas compañías intervinieron en las calles Wad-Raso, Próspero de Bofarull, Jurados, Sant Francesc, Monasterio de Ripoll y Monasterio de Poblet. En aquella ocasión, se realizaron 51 inspecciones y se desengancharon 15 conexiones fraudulentas, según datos aportados por Endesa. Desde la suministradora eléctrica detallaban semillas que la actuación se llevaba a cabo, principalmente, para comprobar reincidencias y el estado de las instalaciones. Y recordaban que el objetivo de estos operativos es «luchar contra el fraude eléctrico» y «velar por la seguridad tanto de las personas que realizan las conexiones como de los vecinos, los que puedan acabar ocupando aquellas viviendas, los operarios que vayan a revisar una operación y puedan no saber que ha sido manipulada y, en último término, también de los inmuebles».