Actualidad
Aliados de la economía social y solidaria
El proyecto Icaria nació en Reus para la formulación de proyectos sociales y educativos innovadores
Icaria Acció Socio-Educativa es un proyecto que nació en Reus el año 2017, de la mano de cuatro emprendedoras provenientes del ámbito educativo y pedagógico, con la voluntad de crear y gestionar proyectos de cariz social y educativo a partir de iniciativas propias o de encargos realizados por entidades privadas y públicas.
Desde entonces, Icaria actúa en diferentes ámbitos y colectivos de la población. Así, además de organizar charlas y proyectos dirigidos a las personas mayores, también trabaja desde el ámbito de la infancia, la juventud y la familia, y promueve actividades sobre la participación y la igualdad dirigidas a colectivos como las mujeres o las personas migradas. También han tomado parte en el proyecto Vol.in, junto con la Federació de Voluntariat y la cooperativa El Far, una iniciativa pensada para introducir a las personas migrantes en la sociedad tarraconense mediante el voluntariado. Además de todas estas acciones, Icaria también nació con la voluntad de crear una red de trabajo entre diferentes profesionales y entidades, vinculadas o no al ámbito social, pero que tengan interés.
Al fin y al cabo, lo hacen a través de un proyecto fundamentado en un modelo cooperativo regido por los valores de la economía social y solidaria. Un modelo que pudieron definir gracias al soporte del Ateneu Cooperatiu del Camp de Tarragona (CoopCamp), que les acompañaron en todo el proceso de formulación y realización del proyecto. Aunque a través de los Premis Emprèn de la Diputació de Tarragona recibieron asesoría, a la hora de profundizar en la fórmula cooperativa confiaron en CoopCamp.
«Quizás el cooperativismo nunca será mayoritario en el sector, pero saldrán más cooperativas, porque hay gente con esta inquietud y con ganas de cambiar el sector. Hace falta que el trabajo sea otra cosa más allá de trabajar, que haya una implicación mayor detrás y el sentimiento de pertenencia de un grupo», declaraba la presidenta de la cooperativa, Olga San Felipe, en unas declaraciones recogidas por CoopCamp.
La presidenta de Icaria señalaba también que el formato cooperativo les ha permitido sacar adelante la idea sobre unas bases más éticas: «queríamos que fuera una cooperativa ética, donde la economía estuviera a nuestro servicio y no a la inversa». De esta manera, añadía, se quería conseguir que las trabajadoras estuvieran bien pagadas, con unas condiciones laborales dignas: «pensamos que eso es lo que hace que después el trabajo sea mejor y positivo; la gente está más contenta y nosotros pensamos que es lo más ético y justo». No obstante, desde de Icaria también lamentan la dificultad en conseguir que los nuevos trabajadores den el salto para convertirse en socios de la cooperativa: «tienen que estar un tiempo trabajando con nosotros antes de que se valore pasar a ser socia. Además, hace falta compromiso, emprendeduría y realizar una aportación económica que no todo el mundo está dispuesto a hacer; nos está costando encontrar personas con la energía y el compromiso que buscamos».