Bienestar
Más de 170 familias perderán la ayuda por no ir a los talleres de ahorro energético
Acudir al asesoramiento es obligado, a pesar de tenerla concedida, para cobrar la subvención que cubre facturas de luz y gas del invierno
Hasta 173 familias a quienes se les había concedido una subvención contra la pobreza energética no la acabarán cobrando por no haber cumplido el requisito de las bases que obliga, antes de recibir el ingreso, a asistir a los talleres de eficiencia energética o al punto de Asesoramiento Energético (PAE) que ofrece el Ayuntamiento. Benestar Social ha revocado, con fecha de este 31 de enero, las 173 ayudas, que habrían pagado parte de la factura de luz o gas de sus beneficiarios para el periodo entre diciembre del 2016 y marzo del 2017. Está en esta franja donde se calcula que el consumo de los hogares es mayor porque coincide con los meses de temperaturas más bajas.
Acudir a los talleres o al PAE, tal como detalla el Diari Més la concejala de Benestar, Montserrat Vilella, es una condición ineludible para acceder a las ayudas una vez han resultado concedidos. Las personas mayores o con problemas de movilidad, sin embargo, pueden quedar exentas. Vilella recuerda que las 173 ayudas revocadas son ordinarias y no de urgencia y que, más allá del hecho de que las bases de la convocatoria ya fijaban con claridad las instrucciones, «desde la concejalía se ha estado insistiendo a las familias» en múltiples ocasiones que tenían que dar este paso para percibir la ayuda. En 2017, Benestar Social destinó 183.830 euros a subvenciones de suministros para pasar el invierno y otorgó –además de estos 173 que ya no se darán– un total de 955. A las otras ayudas, las de urgencia, el Ayuntamiento dedicó 18.799 euros. La cifra sirvió para auxiliar a 108 familias.
Participar en los talleres o acudir al PAE es importante, precisa Vilella, porque «se puede estudiar el consumo que hacen las personas y, a menudo, se detecta que están pagando por encima de lo que les toca». Además, «muchas veces pasa que tienen acceso al bono social y no lo sabían o no lo han pedido». De esta manera, además, se evita que la administración –que nunca se hace cargo de facturas enteras, sino sólo de una parte–, acabe pagando un sobrecoste. El año pasado, y según datos aportados por el Ayuntamiento en un balance de diciembre, cerca de 900 personas pasaron por el PAE. A casi todas ellas se les hicieron recomendaciones: a un 64% se les propuso cambiar de tarifa, a un 60% se les informó de que podían tramitar el bono social, al 47% se les planteó cambiar al mercado regulado y al 20%, variar la potencia. Otros 280 asistieron a talleres de ahorro energético. El 81% de los hogares en Reus reciben suministro de Endesa.
Sobre los motivos por los que estas 173 familias que tenían la ayuda contra la pobreza energética concedida no han acudido al asesoramiento que las bases de la convocatoria marcaba, Vilella asegura que talleres y PAE plantean facilidades para poder ir y que hacerlo «no es complicado». Insiste en que a todas ellas se las informó de esta obligación y, de hecho, algunas han recorrido cuando se les ha notificado, hace algunos días, que la subvención les sería revocada. Aunque no hay una cantidad fija sino una para cada caso concreto, las ayudas rondarían los 120 euros.
Cambios en las bases para el año 2019
Los requisitos para optar a las ayudas de invierno han ido variando en los últimos años de manera que, tal como precisa la concejala, «en 2018, en lugar de taller o asesoramiento, pasó a ser directamente asesoramiento y, de cara a la convocatoria del 2019, se concederán las ayudas después de haber pasado por el asesoramiento y no antes». También se ha empezado a trabajar en este sentido, a domicilio, con las personas mayores o con poca movilidad.