El CMQ empezará en mayo el traslado de actividad en el espacio del antiguo hospital
La rehabilitación del edificio de la calle Vapor Nou, que ha costado hasta ahora más de 330.000 euros, finalizará el día 3 del mismo mes
Los primeros movimientos del traslado de la actividad que el CMQ presta ahora a la Clínica Fàbregas se producirán en mayo. La concejala de Salud, Noemí Llauradó, avanzó durante el pleno de ayer, a preguntas del grupo municipal del PP, que la previsión es que las obras de rehabilitación que se están ejecutando desde hace meses a las consultas externas del antiguo hospital culminen el 3 de mayo. Estará a partir de aquí, precisaba Llauradó, que se dará inicio al cambio de sede de la calle Gaudí para pasar en el número 8 del Vapor Nuevo, pendientes de obtener todas las certificaciones necesarias para desplegar los servicios. La documentación de que hay que disponer se concreta, tal como detallaba la misma concejala, en «la autorización de funcionamiento que tiene que expedir Salud y la licencia de actividad, que corresponde al Ayuntamiento.»
Hasta hoy, los trabajos para reformar el antiguo hospital y ubicar la actividad que salga de la Clínica Fàbregas han supuesto una inversión de 332.118,14 euros. El precio total máximo previsto a la licitación para los trabajos de la que será la nueva sede es de 1.434.613,23 euros sin IVA, más una partida adicional para mobiliario y equipamientos sanitarios que se aproxima a unos 500.000 euros.
En relación al futuro de la plantilla del CMQ, Llauradó enviaba un mensaje de calma y decía que el traslado «no afecta a los trabajadores». «Continuarán con las tareas habituales en las nuevas instalaciones o bien en las instalaciones de la avenida de Joan Laporte», añadía. Y es que una parte de los servicios que se ofrecen en la Clínica Fàbregas no irán, al menos en primer término, en el Vapor Nou sino al Hospital Sant Joan, aunque la voluntad es que el antiguo hospital pueda acabar en algún momento centralizándolos.
La licencia ambiental, nuevo paso
De hecho, la sociedad CMQ ha solicitado ya la licencia ambiental necesaria para consumar el cambio de emplazamiento de actividades hospitalarias. Fuentes de Sagessa precisan que «cuando se hace un cambio de lugar, se tiene que volver a pedir la correspondiente licencia» para variar la sede donde se seguirá ofreciendo la atención. El trámite representa un nuevo paso, pues, en la dirección del salto a las consultas externas del antiguo hospital.
La operación de crédito para la reformulación del CMQ resultó aprobar al pleno de junio del 2018 por valor de 1.517.452 euros y con un plazo de amortización de 12 años. Tenía que traducirse en un plan de inversión para llevar la actividad a la nueva sede en tres fases. La primera se corresponde con el traslado de consultas y oficinas, la segunda tiene que ver con dar lugar al espacio de planta y la tercera prevé la colocación de los quirófanos que irán en el Hospital Sant Joan. Los importes para cada una de las fases son 1.243.238 euros, 274.214 euros y 994.244 euros, según las cantidades que se hicieron públicas en aquel momento.
El acuerdo sobre el traslado, aprobado por el Consejo de Administración del CMQ en noviembre del 2017, establecía que las dependencias del antiguo hospital acojan la actividad ambulatoria, lo que afectaría a la cirugía mayor y la cirugía menor ambulatoria, las urgencias, consultas externas y las exploraciones complementarias. El CMQ mantendrá, así, en las instalaciones del Hospital de Sant Joan de Reus la planta de hospitalización y todas las intervenciones de mutuas y privados que requieran ingreso.
El CMQ tiene 130 profesionales y unos 200 consultores. Anualmente realiza en torno a 5.000 altas hospitalarias, cerca de 4.400 operaciones quirúrgicas y hasta 1.300 ambulatorios. Igualmente atiende 24.000 urgencias, 85.000 visitas a consultas externas y hasta 98.000 exploraciones.
La preinscripción escolar mantendrá el mismo número de líneas para P3
La concejala de Ensenyament, M. Dolors Sardà, confirmó ayer que la preinscripción escolar se pondrá en marcha en Reus con el mismo número de grupos de P3 que están vigentes actualmente y «sin ningún incremento». Una vez este periodo, que va del 29 de marzo al 9 de abril, haya concluido, «volveremos a mantener una Mesa Mixta en la que nos reunimos con el Departamento de Educación para hacer un análisis de cómo ha ido el proceso y valorar si hay que abrir nuevos grupos en la ciudad», añadía Sardà, que detallaba que, para la concejalía, esta necesidad siempre vendrá justificada «por el exceso de demanda de familias que no puedan obtener una plaza en su área de proximidad». A preguntas de PSC y Cs, la concejala de Enseñanza concretaba que la zona de Pino del Burgar, Isabel Besora i Rubió y Oros «actualmente, y en base a los datos de padrón, ofrecerá suficientes vacantes como para poder absorber la demanda de preinscripción de las familias empadronadas en esta área, que tiene una bajada importante de nacimientos». «Ni en el norte y en el nordeste de la ciudad», añadía Sardà, «no nos hará falta «abrir» nuevas líneas. La concejala recordaba que la planificación de grupos «es un tema sensible» y que «siempre nos miramos la ciudad, no cada familia en particular».
Los grupos dicen «no» a fiscalizar la asignación del Ayuntamiento
Cs se quedó solo, durante el pleno de ayer, en el impulso a una moción para «la fiscalización de la aportación que el Ayuntamiento de Reus entrega a los grupos municipales». La propuesta recibió únicamente el «sí» de los cuatro concejales de la formación naranja. En su cuerpo, la moción solicitaba «que antes del 1 de mayo de 2019 los grupos municipales del Ayuntamiento de Reus pongan a la disposición del pleno de la corporación la contabilidad de la dotación económica en qué hace referencia el artículo 73 de la Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local (LRBRL) correspondiente al periodo entre julio de 2015 hasta la actualidad, acompañada de los justificantes del destino dado por los respectivos grupos a los fondos públicos percibidos con cargo al presupuesto municipal». Y también que los grupos devuelvan a las arcas el sobrante de las asignaciones no dispuestas que han recibido del Ayuntamiento durante el actual mandato. La moción resultó polémica porque, aunque todos los grupos aseguraron cumplir la normativa, votaron en contra. La concejala de ERC Montserrat Flores valoró que «no se tiene que confundir transparencia con exhibición» y el concejal de Ahora Reus Daniel Rubio reprochó en Cs que el partido ha declarado excedentes de grupos de todo el Estado.
Aprobada definitivamente la nueva ordenanza de animales y fauna urbana
Con 17 apoyos y el voto en contra de los grupos municipales de CUP y PSC, el pleno aprobó ayer de manera definitiva la nueva ordenanza de protección, bienestar y convivencia con los animales de compañía y la fauna urbana de Reus. En el punto, el concejal de Medio Ambiente, Daniel Rubio, explicó que la fase de exposición pública de la nueva norma había dado pie a alegaciones, algunas de las cuales se han incorporado al texto aunque otras han quedado descartadas. En detalle, presentaron alegaciones a la ordenanza el Colegio de Veterinaris y el grupo del PSC. A grandes rasgos, con respecto al Colegio de Veterinaris, la ordenanza ha incluido la sugerencia de aportar más datos sobre los veterinarios y en relación en la definición de las especies. Por parte del PSC, y entre otros, se han desestimado alegaciones sobre la presencia de animales al transporte público. En este sentido, desde el grupo socialista, la concejala Carmina Pozuelo apuntaba una «voluntad política» en el rechazo a las alegaciones, a las cuales decía que «copiamos, están aprobadas en otros municipios, para asegurarnos que no hubiera ningún problema». La nueva ordenanza de animales, que avanza en aspectos como el censo, entrará en vigor cuando se publique en los boletines oficiales.