El Rei Carnestoltes LIX muere víctima de una «parálisis 'carnavalera' irreversible»

El Rei Carnestoltes LIX ha despedido «el reinado más amuermado que nunca ha visto esta ciudad» después de haber sido víctima de una «parálisis carnavalera irreversible». Todo Reus lloró ayer la defunción del monarca, que había caído redondo, tal como la tradición marca, la noche antes en pleno Ball de Mascarots. Con el ataúd presente en el Mercadal, a punto para que los Diables iniciaran la crema, los que todavía no lo sabían recibieron la cruel noticia al grito de «reusenses, el rey ha muerto!». Y hasta aquí la fiesta.

Por suerte, su fiel notario, de nombre Sebastianus Petrus Misericòrdius Ganxus, recogió los últimos deseos del Carnestoltes LIX para dar lectura pública en la plaza. Y dejó constancia del gran malestar del monarca, que resumía el Carnaval de este año 2019 en una frase muy sintética y contundente: «Todo aquello que habéis estado haciendo estos días, de buen rollo, ha sido más bien penoso».

Críticas a los problemas técnicos durante el pregón, a la encargada de organizarlo –«por hacer las cosas tan mal, No te acostumbres», decía el Rei–, a la gestión de la FRAC a quién «no os importan los grupos, sólo buscáis volver a los 'ravals'» e, incluso, en los que el sábado se quedaron en casa para mirar el Madrid-Barça. Del testamento del Carnestoltes LIX casi nadie salió ileso. Tampoco los disfraces comprados por internet. La «poca gente viendo los desfiles desde las aceras» y la «falta de todo control sanitario» en la Expo-Profit, donde «ya veremos qué pasa cuando haya una intoxicación», completaron el listado de reproches de lo que habrá sido, probablemente, uno de los monarcas menos amoroso que recuerde el Carnaval reusense.

Su majestad, aunque muerto, no quiso dejar pasar ni una. «Tenemos un 2019 lleno de elecciones», dijo, en una última píldora de actualidad política –la memoria de mandato del Ayuntamiento, que también debió llegar a su casa, igualmente no le pareció bien–, antes recuerda que «la gran Federación necesita un cambio de pilas». Y concluyó, sin más problema, sugiriendo a los que quisieran darse por aludidos que «si es que no lo sabéis hacer mejor, os váis».

Los Diables roban el brazo

Y eso que el desfile mortuorio de Carnestoltes LIX habrá sido el más adornado, como mínimo, de los últimos 20 años. Para la ocasión, la FRAC recuperó un carruaje de 1940, adquirido de un grupo disuelto y completamente restaurado, que ayer recorrió las calles del centro tirado por un caballo negro. A este hecho, el rey no hizo ninguna mención. Igualmente, el ataúd acabó en la hoguera y el brazo del monarca, como siempre, robado por los Diables, que todavía quieren alargar un poco más el Carnaval. No se sabe si eso consolará a las lloronas que, en toda la tarde de ayer, no pudieron contener la emoción de perder al desagradecido monarca. La quema del brazo del Rei Carnestoltes LIX tendrá lugar hoy, Miércoles de Ceniza, a las ocho de la noche.

El Ball de la Quaresma

Además de la crema del brazo, el Carnaval también plantea hoy, a partir de las siete de la tarde y desde el Campanaret, una nueva oportunidad para ver el majestuoso Ball de la Quaresma y las Set Virtuts, que hará la bajada hasta la plaza del Mercadal. Hace pocos días, la ciudad volvió a abrirse a su contrabaile, el del Carnaval y los Set Pecats. Los dos van a cargo de la Germandat dels Set Pecats Capitals.