Un hotelero de Reus que alojó policías reconoce concentraciones pero niega «presiones» para echarlos
El administrador del hotel Travé de Figueres relata llamadas con «insultos y amenazas» para pedir que se marcharan los agentes
Dos hoteleros que alojaron policías antes del 1-O en establecimientos de Reus y Figueres han testificado a petición de la fiscalía. El propietario del hotel Gaudí de Reus, Alberto Fraile, ha reconocido «varias» concentraciones en las puertas pero ha negado «presiones» para echarlos. También ha explicado que se marcharon el 4 de octubre una vez había acabado su reserva. En cambio, el administrador del hotel Travé de Figueres se ha referido a dos concentraciones «pacíficas» (de signo contrario) pero ha relatado que recibieron varias llamadas con «insultos y amenazas» si no echaban a los policías. Pusieron en conocimiento de los agentes esta situación y tuvieron que hacer un «perímetro de seguretat» porque no podían hacer el trabajo «con normalidad».
El responsable del hotel Gaudí de Reus reconocido que llegó a alojar hasta 110 policías entre el 12 de septiembre hasta el 4 de octubre y ha reconocido que hubo «varias» concentraciones en las puertas del hotel. A preguntas de la fiscalía, ha relatado que los manifestantes llamaban proclamas contra la policía como 'fuera policía' y 'fuera las fuerzas de ocupación' eso como «insultos».
Ha dicho que de noche no se produjeron y que simplemente había grupos de 15 o 20 personas durante cinco minutos a hacerse «algunas fotos». Sin embargo, ha dicho que no recibió presiones para echar a los agentes y que se marcharon cuando acabó su reserva.
Presiones por teléfono
Por su parte, otro responsable de hotel que acogió policías, Sergi Travé (del hotel Travé de Figueres) ha explicado que sí recibieron presiones vía telefónica. Travé ha pedido poder declarar sin que se hiciera pública su imagen. El administrador del hotel Travé de Figueres, Sergi Travé, ha explicado que alojaron a más de un centenar de agentes de la policía española entre septiembre y octubre de 2017.
A preguntas del fiscal Fidel Cadena, Travé ha explicado que se hicieron dos concentraciones delante del hotel, una de estudiantes para protestar por la presencia de los agentes y otra de signo contrario, para dar apoyo a la policía española. El responsable del establecimiento ha negado que se hicieran actos «de acoso» hacia los policías y ha afirmado que las concentraciones eran «pacíficas». Sin embargo, la policía estableció un perímetro de seguridad para impedir que llegaran a la puerta del hotel, según ha recordado.
El propietario del establecimiento hotelero ha explicado que recibieron llamadas amenazadoras para hacer «presión» para que los agentes se marcharan. Sobre el contenido de las llamadas, ha relatado que eran «desde insultos a alguna amenaça» de «boicot» en el hotel. El responsable del establecimiento comunicó esta «presión» a la policía nacional, ya que, según ha explicado, les impedía «ejercer el trabajo con normalidad».