La coca bendecida y el caballo más grande de Cataluña amenizan los Tres Tombs de Reus

Los Tres Tombs recorrieron ayer las calles de Reus en un acontecimiento que se volvió, este 2019, un poco más dulce. La organización, a cargo de los Amics del Cavall de las Comarques de Tarragona, recuperó la tradicional coca bendecida de Sant Antoni a través de una colaboración con el Bravium y el Forn Sistaré. Quien quiso, pudo probar alguna, repartidas desde uno de los carruajes.

La cita, que arrancó a primera hora de la mañana con el desayuno en el parque de la Fiesta, repetía por segundo año un proyecto de inclusión pionero a Cataluña: familias con vulnerabilidad, personas refugiadas y personas con discapacidad participaron en la organización de los Tres Tombs y disfrutaron de su desarrollo. El presidente de los Amics del Cavall de las Comarques de Tarragona, Enric Espasa, explicaba hace unos días que «el año pasado todo el mundo quedó muy contento de esta experiencia y por eso la seguimos tirando adelante». En la 33ª edición de los Tres Tombs de Reus tampoco faltó el caballo mayor de Cataluña, que suma unos 1.000 kilos de peso y es procedente de Sant Llorenç d'Hortons. Y se pudo ver, por primera vez dentro de la programación, el carruaje recuperado por la Federación de Asociaciones de Carnaval de Reus (FRAC), que fecha de los años 40 y que este pasado carnaval ha vuelto a lucir, trazado para|por un caballo negro.

Los grupos portadoras de gigantes los Fénix de Reus, los Alegres de Reus y los portadores de gigantes de Alforja amenizaron la jornada como también lo hizo el Bravium, ofreciendo El Conte dels Tres Tombs antes de que se diera inicio a la ruta. La bendición de animales se hizo en el Pallol por las obras que se llevan a cabo en la plaza de La Sang.