Hacer colectivo aquello que es particular

Ramon Roig, hijo del pueblo de Juneda, escribió un diario entre los años 1938 y 1944. En más de seiscientas páginas, este catalán llamado a combate a la Batalla del Ebro por el bando republicano, describe hechos y pensamientos con aquella letra aseada tan característica de las primeras décadas del siglo pasado. «En casa siempre hemos dado mucha importancia a este diario», detalla Pepita Roig, hija del autor, que vive en Reus desde hace más de sesenta años. Considerando que la información que se describe podía llegar a ser valiosa para la ciudad, lo ofreció al Archivo Municipal de Reus, donde ha quedado depositado en forma de cesión. De esta manera, el diario del padre quedará a disposición de los ciudadanos para ser consultado.

Este es uno de los muchos documentos particulares que se han entregado al Archivo Municipal de Reus, que además de los ingresos de documentación provenientes de la propia institución –aquella producida y recibida por el Ayuntamiento de Reus–, también recibe documentación proveniente de particulares, ya sean fondo o colecciones personales, familiares, empresariales o de asociaciones.

«Pepita Roig se dirigió al Archivo y nos explicó que tenía este documento de su padre, nos detalló el contenido y la historia del material. Como recoge hechos de Reus, tiene una vinculación con nuestro territorio, así que consideramos adecuado aceptar la donación», relata Elisenda Cristià, directora del Archivo Municipal de Reus.

Igual que hizo Pepita Roig, los últimos meses diversos ciudadanos y ciudadanas de Reus se han dirigido al Archivo Municipal con el fin de hacer donación de documentación que poseían y que creían de interés social, histórico y cultural para la colectividad. Una vez llega al Archivo, toda esta documentación pasa por un proceso de valoración en el que se siguen unos criterios técnicos, y que culmina con una respuesta en cuanto a la aceptación del material. El paso siguiente es la descripción archivística de la documentación entregada, detallando las características y las referencias históricas y personales, que se obtienen a través de la familia. En los casos que el material esté estropeado también se procede a realizar tareas de conservación. Este no es el caso del diario de Ramon Roig, explica la archivista, pero sí que se hizo por ejemplo con la colección de carteles de Pere Anguera, que se llevaron a un restaurador. Así, además del interés documental que puede tener el material cedido, también hay que tener presente que el Archivo Municipal ofrece unas condiciones adecuadas para la preservación de los documentos en gran variedad de soportes.

Pepita Roig explica que a día de hoy su hija está trabajando en una versión novelada del diario con la intención, si es que encuentran un editor que pueda estar interesado, en publicar un libro. No obstante, asegura, lo más importante para ella era que unos papeles «tan importantes» se pudieran conservar.