«Vivir en Capçanes me ha permitido estar siempre muy conectado con la naturaleza»

—Después de ganar esta medalla competirá, junto con los otros ganadores y finalistas, en la prueba internacional que se disputará en Hungría en julio. ¿Como se prepara unatleta de la Biología para afrontar todos estos retos?

—Durante todo el curso hemos ido repasando los temarios de Biología, y también todo aquello que hicimos el año pasado. Cuando participé en las pruebas de Cataluña ya me sirvió como una preparación y, después, a los ganadores, nos dieron el temario que teníamos que trabajar para ir a las pruebas nacionales. Eran una pila de PDFs, y mucho trabajo por estudiar. Por otra parte, todos los catalanes hemos ido un par de días a Barcelona para prepararnos para las pruebas prácticas. Una cantidad de trabajo, todo.

—¿Cuando empieza a interesarte la Biología, y por qué llama a tu atención?

—Yo vivo en Capçanes, que es un pueblo rodeado de bosque y árboles, y siempre he sido muy conectado con la naturaleza. Durante la ESO y el BAT siempre he escogido irme moviente en esta materia, porque siempre me había interesado.

—¿Qué o quién le hizo decidir participar en las Olimpiadas?

—Participé porque me lo dijo mi profesor, pero de hecho mi hermano Adán ya había ido antes, quedando clasificado entre los españoles para ir a la final iberoamericana. Su influencia también contó. Él me recomendó que me presentara.

—¿En qué consistieron las pruebas de la fase nacional?

—Estuvimos toda una mañana, durante cuatro horas, haciendo la prueba teórica. Eran dos exámenes de dos horas cada uno, con ciento cincuenta preguntas tipo test, que yo encontré muy duras para un nivel de segundo de BAT. Siendo optimista, me parece que acerté la mitad. Otro día hice las pruebas prácticas, que fueron cuatro, de una hora cada una. Había ejercicios de bioinformática, observación en el microscopio, disección de abejas, que para mí fue la más fácil, e identificación de diferentes especies de foraminíferos.

—¿Pensaba que podía ganar?

—No, todos salimos con una opinión bastante negativa, porque las pruebas fueron muy difíciles. Yo tuve la sensación que volvería a casa sin nada, así que cuando supe que había ganado la sorpresa fue muy grande, no me lo esperaba para nada.

—Con la medalla le entregaron un libro de Biología en inglés de 1300 páginas.

—Sí, estetocho nos lo dieron a los ganadores de las medallas de oro y de plata, y nos tiene que servir para preparar las pruebas internacionales del mes de julio. Se llama Una aproximación global a la Biología, y nos han recomendado que, al menos, nos lo leamos entero. Memorizarlo todo, con el tiempo que tenemos, es imposible. De los contenidos de este libro yo tengo una base, pero el nivel es mucho más alto que el mío. Me tendré que sumergir bastante.

—Este año también te tendrás que preparar las pruebas de la Selectividad. ¿Ya tendrás tiempo de hacerlo todo?

—Además de la Selectividad, tengo los exámenes finales del Bachillerato Internacional que curso en el instituto. Durante la primavera y el verano estaré muy ajetreado, pero será por cosas que me gustan. También quedé clasificado a las Olimpiadas de Química e iré a la fase estatal, que se hará en Santander a principios de mayo. Eso me lo tendré que preparar también.

—¿En el futuro te ves trabajando en alguna profesión relacionada con la Biología?

—Sí, me gustaría hacer Biología ambiental y dedicarme de alguna manera a la gestión de la naturaleza, porque, al final, siempre acabas influenciado por todo aquello que tienes cerca y me gustaría poder trabajar para, de alguna manera, defender la tierra.