Desaparece la valla del recinto de Bionet, que acumula residuos y pozos

En la planta de Bionet falta, desde hace días, la valla que cerraba la entrada al recinto, ubicado en el polígono AgroReus. En el interior de las instalaciones en desuso, donde han aparecido pintadas y otros restos del acceso libre de personas, se encuentran varios pozos igualmente abiertos y sin ninguna protección. Los depósitos de la empresa, que quemaron durante el verano del 2017 en al menos dos incendios consecutivos, han quedado en una situación muy precaria: hay partes desprendidas y el metal se ha degradado completamente. Todo representa un peligro evidente mientras la propiedad, que es la responsable del mantenimiento y a quien el Ayuntamiento «ha requerido en varias ocasiones» que intervenga y ponga orden en la planta, «ha hecho caso omiso reiteradamente».

Aunque la práctica totalidad de la valla que rodea el recinto de la antigua fábrica de combustible ha sido sustraída, a la Guardia Urbana no le consta ninguna denuncia. Fuentes municipales concretan que, «en el 2016, el Ayuntamiento inició los requerimientos a la propiedad para limpiar las instalaciones y para retirar los residuos existentes del solar, atendiendo los posibles riesgos medioambientales y para la seguridad de las personas que puede suponer el estado de abandono de las instalaciones». Teniendo en cuenta «la falta de respuesta continua», el Ayuntamiento «tiene previsto ejecutar las obras de forma subsidiaria» y «trabaja en la tramitación administrativa».

Sacar adelante el desguace subsidiario de Bionet por «la falta de respuesta y de responsabilidad de la propiedad» implicaría «un gasto aproximado de 200.000 euros» en las arcas municipales, en concepto de «reposición de la valla, desmontaje de la antigua planta y gestión de los residuos líquidos almacenados». Hace poco, «el Ayuntamiento ha tenido conocimiento de la desaparición de la valla perimetral del solar», que «no representa incrementar el riesgo existente hasta ahora desde el punto de vista medioambiental». Sin embargo, y tal como precisan las mismas fuentes, «ante el riesgo que la desaparición de la valla puede suponer para la seguridad de las personas, el Ayuntamiento requerirá a la propiedad que ejecute el cierre de las instalaciones». Y «delante de la previsible no respuesta de la propiedad, el Ayuntamiento valorará el riesgo que supone la falta de valla y la posibilidad de ejecutar el cierre de manera subsidiaria». De manera periódica, el Ayuntamiento hace visitas a la planta para comprobar el estado de las instalaciones y evaluar la evolución de los riesgos.

El último fuego en Bionet, en el 2017, hizo movilizar hasta siete dotaciones de Bombers. Las ventoleras, en estos dos años, han acabado de dejar los restos de la empresa a la vista y de tirar al suelo parte de las que se habían aguantado.