Diari Més

Educación

Las guarderías municipales de Reus potencian la autonomía de los niños y el trabajo con la familia

Han impulsado un proyecto educativo innovador y con sello propio, influido por las bases de Pikler

Actualmente, cuentan con seis centros y ofrecen casi 500 plazas.

Los Jardines de Infancia Municipales de Reus potencian la autonomía de los niños y el trabajo con la familiaCedida

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La Xarxa d’Escoles Bressol Municipals(EBM) de Reus integra seis centros: el Lligabosc, Montsant, el Marfull, l'Olivera, la Ginesta y el Margalló con una oferta de cerca de 500 plazas públicas para niños de 0 a 3 años. Más allá del incremento de las inscripciones que ha permitido abrir todos los centros o las ayudas municipales a las familias con menos recursos para ayudar a conciliar vida familiar y laboral, las Guarderías Municipales han impulsado un proyecto educativo innovador, de calidad y con sello propio.

Formación con la mirada Pikler

Desde hace tres años se está formando a las educadoras y otros profesionales que trabajan en las Guarderías Municipales desde una misma vertiente pedagógica. Es un cambio de mirada hacia el niño que potencia la autonomía del niño, siempre acompañado por los educadores y las familias, de manera que avanza a medida que se siente seguro. Esta autonomía implica tener mirada respetuosa hacia el niño, acompañando su camino pero dando tiempo, respetando el juego y su elección de actividad. Asimismo, realizan un trabajo metodológico constante, centrado en la revisión de las propuestas, de los espacios y de los materiales que los ofrecen, a la vez que observan y documentan todo lo que pasa en el aula para orientar la programación de las propuestas.

Esta renovación pedagógica se centra en las bases de trabajo de Emmi Pikler (1902-1984). Su visión que esta pediatra tenía del niño —un ser activo, competente y con iniciativa— la impulsó a convencer a las familias de la importancia del desarrollo motriz autónomo y de una actividad autoinducida y conducida por el mismo niño así como de la importancia de la dimensión relacional, basada al compartir momentos de cuidados entre el adulto y el niño.

Así pues, los principios de la pedagogía Pikler son la autonomía, a través del desarrollo libre de la motricidad, juego y actividad autónoma; la relación afectiva privilegiada, a través de las atenciones fisiológicas; y la estabilidad y continuidad de los cuidados y atenciones hacia el niño, a través de la educadora referente.

Impulso en los jardines educativos

En esta línea, se ha cambiado el material que se utiliza para abrir la imaginación de los más pequeños. Un proyecto clave son los Jardines Educativos, que reinventan la idea tradicional de patio de escuela, y hagan valer su potencial como espacios pedagógicos de juego, de experiencia y de aprendizaje, pensados para el desarrollo de los niños.

La Concejalía de Ensenyament ya dispone del plan director del proyecto, que define las actuaciones que se realizarán a cada centro para que los niños puedan encontrar diferentes posibilidades de juego, de descubrimiento, de movilidad, de escondite, de tranquilidad, etc. La idea es aprovechar los elementos naturales de los patios, relacionarlos con el resto de elementos, e integrarlos con el paisaje y el entorno.

El proyecto enlaza con el cambio de modelo pedagógico que está implantando en los últimos años la red municipal de jardines de infancia dentro de las aulas, y que promueve la libre circulación de los niños por los diferentes espacios del equipamiento para fomentar su autonomía y libertad de actuación, con el fin de promover su desarrollo evolutivo.

Educación en red con las familias

La tercera rama de esta renovación pedagógica implica involucrar más a las familias en la educación de sus hijos. Una tarea que se quiere reforzar gracias al trabajo en red.

De esta manera se han impulsado diferentes iniciativas de trabajo con las familias dentro de la escuela. Una de ellas es el Proyecto Observa, en el que las familias pueden venir un día al jardín de infancia a ver cómo es el día a día de su hijo en el centro educativo. Otro proyecto es el Viernes en familia y consiste en abrir las puertas del centro una tarde al mes para que las familias vayan a merendar. Es una actividad abierta a todas las familias en la que se pretende fomentar el intercambio de experiencias sobre la crianza.

En todo eso hay que sumar los talleres y charlas, que se realizan una vez al mes. También se aprovecha este momento para que otras familias que no son de la escuela, puedan conocer las instalaciones. Las charlas son sólo para adultos y los talleres están pensados para que el adulto comparta momentos con el niño. En paralelo, también se ha explicado a los padres y madres el trabajo en red que se hace en las Guarderías Municipales y que se trata de un proyecto pedagógico que rige todos los jardines de infancia.

La idea es abrir las escuelas a las familias para romper la visión de los jardines de infancia como un lugar donde «dejar» a los niños y hacer que las familias las vean como una parte más de su casa. Hay que decir que la educación en red no se detiene cuando los pequeños dejan el hogar, ya que, desde los centros, se hace llegar un informe a las escuelas donde los niños y niñas empezarán el segundo ciclo de educación infantil.

Crecimiento exponencial

La primera de las Guarderías Municipales se construyó en el 2001 y ofrecía 41 plazas. Dos décadas más tarde, hay 6 EBM y casi 500 plazas. Este curso se celebra el 10º aniversario del EBM El Lligabosc, el último equipamiento de la red que entró en funcionamiento.

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