Medio ambiente
El Ayuntamiento de Reus tiene que ampliar la ordenanza si quiere multar por no diluir los orines de perro
Los buenos resultados que está dejando la campaña ‘Jo mullo, tu remulles’, que recomienda aplicar agua a las micciones, harán valorar la urgencia de la medida
La campaña Jo mullo, tu remulles, que invita a los propietarios de perros a disolver con agua los orines de sus mascotas en la vía pública, ha dejado «resultados positivos» en los primeros meses en marcha, tal como precisan fuentes municipales a Diari Més. La iniciativa busca concienciar que las micciones «degradan la imagen de ciudad y generan un coste innecesario en el mantenimiento del mobiliario urbano» e incorporar el uso del agua en la rutina de los paseos. No podrá desembocar, sin embargo, como mínimo de momento, en sanciones a los propietarios que no diluyan los orines, según las mismas fuentes. Y es que, si el Ayuntamiento quiere multar, tendrá que hacer una modificación de la actual ordenanza de civismo, que sólo regula este tipo de conductas en fachadas y mobiliario y no castiga no remojar las micciones.
En la ciudad hay unos 16.000 perros que dejan, según datos hechos públicos por el Ayuntamiento en el mes de marzo, 17,5 millones de micciones anuales. En el primer punto de su artículo 22, y dentro del capítulo relacionado con perros y otros animales en la vía pública, la ordenanza de civismo de Reus contempla que «las personas que paseen animales de compañía y las personas propietarias o poseedoras de estos animales tendrán que evitar que defequen en la vía pública o en cualquier espacio de uso público, y también que hagan sus micciones en las fachadas de los edificios o en el mobiliario urbano». La conducta de «no evitar que los animales hagan sus micciones en las fachadas de los edificios o en el mobiliario urbano» está recogida como una «infracción grave». Y las infracciones graves comportan multas de «hasta 1.200 euros».
Un gesto muy frecuente
La normativa vigente no regula, sin embargo, las micciones de animales en la vía pública, ni tampoco aborda la cuestión de remojar o no las micciones. Por eso, si el gobierno quisiera empezar a multar por no disolver con agua los orines tendría que hacer una ampliación de la ordenanza a fin de que abarcara también estos supuestos. El balance favorable de Jo mullo, tu remulles, que ha convertido la aplicación de agua en un gesto muy frecuente entre los que se hacen cargo de una mascota, hará estudiar la urgencia de esta ampliación de la norma.
El municipio cuenta en estos momentos con más de media docena de espacios de higiene para perros repartidos en diferentes puntos, además de los espacios de recreo. En los últimos años, se han repartido dispensadores y hasta 130.000 bolsas de plástico para sensibilizar sobre la recogida de excrementos y se ha incrementado la presión policial contra los propietarios que no se ciñen a la ordenanza de civismo: en el 2015, la Urbana llegó a levantar 161 actos por esta cuestión. Centro cívicos y comercios han distribuido entre los dueños más de 6.000 botellas para llevar el agua en los paseos y remojar los orines.