PP y Cs encargan al próximo gobierno que sea «el de todos los reusenses»

La aprobación de una retahíla de actos de comisiones, juntas y el último pleno extraordinario del mandato 2015-2019 sirvieron de despido, ayer, para los 14 concejales que no repetirán a partir del 15 de junio. En una sesión donde todas las miradas estaban puestas en los candidatos Carles Pellicer (Junts per Reus) y Noemí Llauradó (ERC), a sólo tres días de la investidura del nuevo alcalde de Reus y sin que se haya aclarado ningún acuerdo, Cs y PP encargaron al futuro gobierno que sea «el de todos los reusenses, también el de los que no los han votado». La desaparición de los populares, que el 26-M se quedaron con 2.052 votos y sin representación, dejará el plenario con seis grupos. En su intervención, ayer, el hasta ahora portavoz del PP, Sebastià Domènech, repasó una trayectoria de 16 años como concejal «donde ha valido la pena estar aquí» y pidió «que el próximo Ayuntamiento gobierne para todos los ciudadanos» y tenga en cuenta «los votos que han ido a partidos que no tendrán presencia». Jordi Cervera (Ara Reus) no pidió la palabra, aunque no ha entrado de inicio como concejal. El plenario lamentó «la judicialización de la política».

Al frente de Cs, Juan Carlos Sánchez, que en su caso dice adiós para dejar paso a Débora García después de que el partido decidiera hacer limpieza a raíz de una denuncia interna, explicaba que «obviamente nuestra bandera de la lucha para la regeneración política y contra la corrupción ya no la podrá enarbolar Ciutadans». «Nos marchamos como concejales no adscritos», recordaba, y apuntaba que «los cuatro concejales hemos demostrado que somos libres de actuación y de pensamiento». Su compañera de grupo Pepa Labrador expresaba que «han sido unos años muy duros y un privilegio poder ser la voz de mucha gente que, sin nosotros, no se habría sentido nada representada». Guillem Figueras y Damian Morales (Cs) también se marchan, igual que la popular Dolors Compte.

Desde la CUP, Mariona Quadrada deseó «que no se vuelvan a producir situaciones que han pasado por nuestro despacho como visitas negadas en el CAP a personas que no son de aquí, personas que no tienen donde dormir o a quien no se les concede una tarjeta de bus sin motivos justificados». Por el PDeCAT, Dolors Sardà, Joaquim Enrech y Marc Arza también dijeron sus últimas palabras al cargo.

En el apartado de portavoces, y aunque el PSC no tiene concejales salientes, Andreu Martín apuntaba que «ha habido momentos complicados porque vivimos en un país muy complicado pero es nuestra historia y hemos salido adelante bastante bien». «Lo que hemos desarrollado aquí nos tiene que dar el empuje para coger lo que vendrá», añadía el socialista, que decía que «a partir del día 15 tendremos un buen consistorio y esperamos tener el mejor gobierno y una buena oposición». Uno de los parlamentos más decididos lo pronunció Marta Llorens, que expresó que «tenemos que afrontar la controversia y no todo es una balsa de aceite», se dirigió a Sardà para «empoderarla» y dijo a Domènech que «siempre hemos pensado que son más de Reus que del PP».

Junts per Reus y ERC

El alcaldable de ERC y portavoz del grupo, Noemí Llauradó, destacaba «la complicidad que hemos tejido entre las concejalas mujeres, que no ha sido la misma con los hombres» y precisaba que «en ciertos momentos, en el pleno, se ha llegado a confrontaciones personales que se tendrían que evitar». El cabeza de lista de Junts per Reus, Carles Pellicer, enumeró a los concejales que se marchan –entre los que también hay Oriol Ciurana, Marta Puig, Miquel Reverte y Jordi Cervera- y recordó que «estamos de paso, este es un lugar prestado por la ciudadanía y lo tenemos que tener siempre en cuenta». «Se ha hecho todo bastante bien en situaciones complejas a nivel político y nivel nacional, y agradezco el trabajo a todos los concejales», valoraba Pellicer, que expresaba que «antes han dicho que, en los grupos, los unos se querian a los otros. Permítanme decir que yo los quiero a todos», acabó.

Ayer tuvo lugar una nueva reunión para sondear un pacto de gobierno entre ERC, PSC y CUP, sin que ninguna de las partes hayan querido pronunciarse, a tres días de la investidura de un nuevo alcalde. La CUP celebrará hoy otra asamblea.