Politica municipal
La oposición convierte Noemí Llauradó en el 'ase dels cops' de la reelección de Pellicer
La CUP ha decidido votar a la cabeza de lista de los republicanos, que con sus votos y los de Ara Reus han renovado la alcaldía para JuntsxReus
Carles Pellicer inicia este sábado su tercer mandato municipal. Lo hace, además, en un plenario de investidura especialmente sencillo para él. Como no lo habría imaginado hace pocas semanas. No lo ha sido tanto para la que será su vicealcaldesa, la republicana Noemí Llauradó, que ha tenido que justificar el sentido de su voto, que lo ha llevado a renunciar a ser la primera alcaldesa republicana de la ciudad.
El día que se escogía alcalde, a las críticas de la oposición no las ha recibido Pellicer, sino que el 'ase dels cops' ha sido Noemí Llauradó. Aunque el ya alcalde ha ido perdiendo apoyos en cada elección a la que se ha presentado como cabeza de lista, primero por Convergencia y ahora por Junts per Reus, su última investidura ha contado con un acuerdo con los republicanos y la siempre fiel predisposición de Ara Reus a sumarse a proyectos de gobierno.
De esta manera, 15 concejales han convertido a Carles Pellicer en alcalde: 7 de Junts, 6 de ERC y 2 de Ara Reus. Seguramente ha estado la ocasión en que menos representantes del plenario querían en Pellicer como alcalde, pero el resultado ha sido una mayoría sobrada de apoyos.
El plenario se ha iniciado poco después de las 12 del mediodía. Los formalismos están absolutamente delimitados y la secretaría municipal arranca constituyendo la Mesa de edad, establecida con los concejales de mayor y menor edad. En esta ocasión, Carles Prats (ERC), que la preside, y el socialista Dani Marcos, como edil más joven. Acto seguido los 27 electos se han ido sucediendo para hacer la promesa o el juramento del cargo y recibir la medalla y el escudo corporativo.
Y las fórmulas han sido variadas. La Associació de Municipis per la Independència (AMI) había propuesto una fórmula ‘republicana’ para los concejales soberanistas. Eso había generado polémica porque la misma Junta Electoral decidió anunciar una advertencia ‘preventiva’ a los electos que hicieran esta fórmula.
La solución a Reus ha sido mixta. A cada concejal, una vez jurado o prometido el cargo, se le ha ofrecido la posibilidad de añadir un comentario. Así que buena parte de la bancada soberanista ha prometido la Constitución por imperativo legal o por un acatamiento obligatorio, pero después han dado lectura a la fórmula propuesta por la AMI.
Quien ha tomado nota de quien hacía esta lectura ‘soberanista’ ha sido la cabeza de lista de Ciudadanos, Dèbora García. Después de jurar su cargo, ha hecho una lectura de disposiciones legales y ha reclamado, entre gritos y silbidos del público, que la Mesa de edad obligara a los concejales soberanistas, a quienes ha ido relacionando, a repetir su juramento hasta que fuera «acuerdo en la Constitución». Prats ha consultado la situación con el secretario municipal y enseguida ha resuelto la cuestión indicando que no se tendría en cuenta su petición. Sin ninguna protesta más, la concejala naranja ha vuelto a su banco.
Los tres concejales de la CUP con Marta Llorens al frente, fieles a sus planteamientos, han dejado claro que ellos ni juraban ni prometían fidelidad a la Constitución y que acataban el cumplimiento de aquel trámite por obligación.
Una vez proclamados los concejales se ha procedido a la elección del alcalde, un cargo en el cual sólo pueden optar los cabezas de lista de cada formación presentada a las elecciones. Como trámite previo, los candidatos han expresado su voluntad de presentarse a la elección como alcalde dentro del plenario. A mano alzada, lo han hecho Carles Pellicer, el cabeza de lista del PSC, Andreu Martín, y la de Cs, Dèbora García.
El resultado de la votación es el ya sabido. 15 votos para Pellicer. García ha recibido los tres votos de su formación, y Andreu Martín los cuatro del PSC. Pero las críticas a Noemí Llauradó ya han aparecido de manera sutil cuando, en la lectura de los votos, han salido 3 votos para hacerla alcaldesa. A pesar de convertirse en votos nulos (porque no optaba a la elección), la CUP lo ha aprovechado para evidenciar cuál era su voluntad real de voto.
La vicealcaldesa que no ha querido la alcaldía
De hecho, Noemí Llauradó no es alcaldesa de Reus porque no ha querido. Así lo han expresado los votos emitidos por la CUP, así lo ha hecho patente Andreu Martín durante su explicación de voto y, de hecho, así lo ha explicitado la misma Llauradó durante su parlamento.
Martín incidía en las críticas a que el acuerdo de Junts y ERC se hubiera cogido por una voluntad de los partidos a nivel nacional, relegando un pacto «de izquierdas» que planteaban los socialistas con la incorporación de la CUP. Por su parte, Llauradó admitía de entrada que ella habría podido ser alcaldesa, pero justificaba que el ayuntamiento de Reus no se podía abstraer de una situación de «represión y con presos políticos» en el país. Para la cabeza de lista republicana, un acuerdo con los socialistas, ante la perspectiva de una sentencia pendiente en el Supremo, no era viable.
El salón de plenos del Ayuntamiento reusense se ha llenado hasta los topes e incluso se han habilitado unas pantallas para seguir el plenario en los accesos. En ocasiones como esta, los asientos del público se llenan de compromisos. Como en una final deportiva, pero con seis contendientes. Cada grupo tiene su rincón de familiares y fieles repartidos en bloques en el salón de plenos.
El bloque ‘socialista’ del público ha dedicado algunos silbidos y comentarios a Llauradó, lamentando la falta de acuerdo con el PSC, pero no han pasado de quejas poco ruidosas.
Pellicer ha recogido la vara de alcalde y ha hecho un discurso donde no ha obviado que Reus será una ciudad republicana, pero con pocos guiños más a sus socios de gobierno. No se ha extendido en propuestas programáticas y ha destacado el papel que tendría Noemí Llauradó en su cargo de vicealcaldesa. Ha remarcado la voluntad de sumar un gobierno fuerte y estable, dejando entrever lo que ya es evidente, la futura incorporación de los concejales de Ara Reus en el equipo de gobierno.
La interpretación de los Segadores por parte del Orfeó Reusenc, que se ha incorporado a la sala de plenos, ha cerrado el plenario de investidura de una alcaldía que será bicéfala los próximos cuatro años (si se cumple todo el mandato).
El ya nuevamente alcalde ha explicado como línea personal de trabajo que «lo posible se tiene que hacer, y lo imposible, intentarlo». Lo mismo podían haber pensado el PSC y la CUP, que han intentado que no fuera alcalde, pero les ha resultado imposible.