Abogado de Carles Puigdemont y Toni Comín
Política
«Quien ha creado este problema han sido las altas instancias jurisdiccionales»
El abogado de Puigdemont y Comín lamenta que «la justítica española no tiene contrapeso y eso les da un poder peligroso»
El abogado de Carles Puigdemont y Toni Comín presentó ayer en el Centro de Lectura su libro Y ahí lo dejo. Crónica de un proceso, en el que habla del proceso catalán desde que los políticos independentistas se marcharon de España. Los asistentes, que llenaron la sala hasta su límite y parte del pasillo de entrada, ovacionaron con muchos aplausos al abogado a quien aprovecharon para animar.
—¿Cómo están Carles Puigdemont y Toni Comín?
—Están muy bien, muy tranquilos y ocupados a la vez por todas las tareas que tienen que realizar. Lo están viviendo todo con mucha firmeza, ellos saben que no puede retroceder ni un paso.
—Usted fue a recoger las actas de eurodiputados de los dos pero no le dejaron. ¿Por qué?
—No quisieron que la cogiéramos. Básicamente porque ellos se están saltando la ley y hacen lo que quieren. No quisieron aceptarlo y ahora lo hemos presentado por registro y tendrán que resolverlo. Nosotros fuimos allí porque teníamos que ir, si no, tampoco hubiéramos asistido. Nosotros sabemos que el registro se presenta por escrito y lo teníamos todo preparado y lo enviamos aquel mismo día.
—¿Cree que con este registro Puigdemont y Comín podrán ejercer de eurodiputados?
—Sí, una vez que eso salga del Estado Español eso tendrá otro tipo de resolución. El Estado seguirá diciendo cosas pero nosotros cuando llegue el momento pues actuaremos fuera.
—Por lo tanto, ¿el 2 de julio podrán ejercer de eurodiputados?
—Bien, nosotros no sabemos el día exacto pero sabemos que estarán allí y con el derecho de la Unión Europea en la mano tendrán que resolverse en este aspecto.
—Como eurodiputados, ¿podrían volver a casa?
—Tendrían inmunidad en todos los países de la Unión Europea de hecho, ya la tienen pero el Estado no lo está respetando.
—Así pues, el retorno no sería posible, viendo el caso de Junqueras.
—El hecho de venir o no venir es más de seguridad que de legalidad. En España puede pasar cualquier cosa igual que en Turquía.
—En el libro habla desde el día que los políticos catalanes se van fuera de España. ¿Lo hicieron influidos por usted?
—No. Ellos la decisión ya la tenían tomada hace mucho tiempo lo que pasa que evidentemente nosotros empezamos a asesorarlos el día 28 o 29 de octubre del 2017 y lo seguimos haciendo ahora pero la decisión fue política y previa.
—Da la sensación de ir un paso por delante, como en el caso de las actas de eurodiputados que ya llevabáis el escrito.
—Sabemos todo lo que harán. Ellos se saltarán la ley de todas las maneras posibles para intentar conseguir dos objetivos: por una parte que Puigdemont, Comín y Junqueras no entren al Parlamento Europeo; y por la otra, si es posible, ponerlos en prisión. Pero yo digo lo mismo que muchas veces he dicho al juez Llarena, ¿si usted está tan seguro que no tienen inmunidad porque no cursa la tercera euroorden? Es tan sencillo como eso.
—¿Cómo cree que acabará el juicio de los presos?
—Habrá una sentencia que no nos gustará. Aunque, como mínimo, para Junqueras no tendría que haber esta sentencia porque como mínimo él tiene inmunidad. Pero están tan lanzados que les importa muy poco lo qué diga la ley y Europa.
—¿Ve una solución clara al conflicto?
—Mientras esté judicializado y los que manden en España sean los jueces yo no veo ninguna solución. Tenemos que cambiar las altas instancias jurisdiccionales españolas que son las que crean el problema. Haría falta hacer una serie de reformas y estructurar un estado a partir de principios muy básicos y claros que son los mismos que recoge el artículo 2 del Tratado de Lisboa y en muchos textos legales de la Unión Europea. Ahora mismo las altas instancias jurisdiccionales no tienen contrapeso y eso las convierte en un poder peligroso.
—Por lo tanto, también pasa por una solución política.
—Por descontado. Los jueces han decidido que los catalanes somos los malos, pero que pasará si un día deciden que son los socialistas, los andaluces o los gallegos. Las decisiones políticas no pueden estar en manos de las altas instancias jurisdiccionales que más utilizan su poder. Un buen ejemplo en estos momentos es lo que pasó con el caso de Lula, un alto magistrado coordinado con una serie de fiscales hunden la carrera política de Lula, lo ponen en la prisión y altera la política brasileña y también haciendo Ministro de Justicia a Bolsonaro. Yo veo muchos paralelismos.