«En las ciudades pequeñas, si dos chicos van cogidos de la mano, la gente todavía los mira»

Óscar Giménez (Reus, 1993), tiene estudios de Diseño Gráfico e Interiorismo, pero en la actualidad su vida profesional está vinculada al mundo de la hostelería. Vive en Valencia y se declara aficionado al deporte, la fotografía y los parques de atracciones. El pasado 26 de junio fue escogido Míster Gay Pride Tarragona, hecho que lo llevó a participar en la XII Gala Míster Gay Pride España que se celebró el 5 de julio en la Puerta del Sol de Madrid, en el marco de la Fiesta del Orgullo LGTBI 2019.

—¿Qué supone para Usted haber sido escogido Míster Gay Pride Tarragona?

—Poder representar en la provincia de Tarragona es muy importante, porque justamente el colectivo LGTB en esta zona está muy cerrado y tenemos que trabajar para que se vea más.

—En la práctica, ¿qué trabajo le han encomendado, como representante finalista del certamen?

—Hablar con los colectivos de la zona y mirar de qué manera se pueden visibilizar más. También pensar en actividades que contribuyan a esta visibilització.

—¿El certamen Mr. Gay es sólo un concurso de belleza o premia también otros aspectos?

—No es sólo belleza. Para presentarte al concurso tienes que proponer una campaña u objetivo social para el colectivo. En mi caso, propuse trabajar a favor que en las ciudades y pueblos pequeños el colectivo no sea visto con tanta extrañeza, que la imagen que se pueda tener sea la misma que en grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia. En Reus, Tarragona, Salou... si vas cogido de la mano de otra persona, la gente todavía te mira.

—Usted nació en Reus y también pasó buena parte de su juventud. ¿Ha tenido experiencias personales de sentirse observado o mirado con extrañeza por su condición sexual?

—Sí. En Valencia, donde vivo ahora, en cambio, me siento más como si estubiera en Madrid o Barcelona, hay más zonas de ambiente y el colectivo está bien aceptado.

—Esta es su primera vez en un concurso de Mr. Gay. ¿Por qué se presentó?

—Por una parte, para probar nuevas experiencias. Pero también para hacer alguna cosa de defiensa y lucha del colectivo.

—¿Y cómo fue la experiencia?

—Primero pasamos un casting, y después me enviaron a Murcia, donde fui escogido finalista, como representante de Tarragona. La final fue en Madrid, en la Puerta del Sol, con treinta mil personas de público. Allí desfilamos y se escogieron los finalistas y ganadores. Yo fui el más votado del público. Fue una experiencia inolvidable que no creo que se vuelva a repetir nunca a la vida, con toda la gente animando y gritando... Además, no fue sólo aquel rato, porque estuvimos cinco días, haciendo actividades y con los miembros del jurado que nos iban conociendo.

—¿Tiene previsto repetir en otros concursos?

—Me parece que sí, no lo descarto. También me interesa la posibilidad de hacer de modelo.

—A su parecer, ¿cuáles son los grandes temas pendientes del colectivo LGTB?

—Uno de los más importantes es detener y evitar los ataques homofóbicos. Ahora no hace mucho hubo uno en Barcelona. Eso, hoy día, ya no tendría que pasar. Por otra parte, tenemos que trabajar para que haya una ley LGTB de ámbito estatal, porque en la actualidad hay leyes, pero por comunidades.

—¿Cómo valoran el ascenso de partidos políticos de extrema derecha que públicamente se manifiestan homófobos?

—Ahora, con la irrupción de VOX, estamos más preocupados, pero no nos quedaremos encerrados en casa. Si ellos salen, nosotros también saldremos a reclamar nuestros derechos. No podemos permitir que se pierdan cosas que consiguieron personas que ahora ya son mayores.