La Generalitat sanciona la residencia Marià Fortuny de Reus por la muerte de un abuelo

El expediente que el Servicio de Inspección y Registro del Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias abrió, el verano de 2018, a la residencia Marià Fortuny por la muerte accidental de un usuario en sus instalaciones ha desembocado recientemente en una sanción en el centro. Fuentes de la Generalitat concretan al Diari Més que Sagessa, gestora de la residencia, ha presentado contra el expediente un recurso de alzada, el cual está pendiente de resolverse. Los hechos se remontan al 13 de junio del año pasado, cuando un abuelo murió al precipitarse, presuntamente, por las escaleras interiores del equipamiento del barrio Fortuny. Sin confirmación oficial, la silla de ruedas en la cual se encontraría sujeto habría resbalado por los peldaños por motivos que se desconocen. El hombre habría sido trasladado al hospital pero no se pudo hacer nada para salvarle la vida. El Servicio de Inspección había realizado una visita a la residencia en enero del 2018 y llevó a cabo otra inmediatamente después de la defunción.

Fuentes de Sagessa consultadas reconocen haber recibido una sanción de la Generalitat en relación a este caso pero no detallan en qué ha consistido esta porque interpretan que «se trata de un tema abierto». Apuntan que el recurso de alzada lo ha presentado Sagessa «porque se considera que la actuación de los profesionales del centro fue correcta y que el centro cumple con todos los requisitos establecidos en las medidas de seguridad». Con todo, «se han hecho algunas mejoras» en la residencia Marià Fortuny, «tanto a nivel organizativo como estructural con el objetivo de reforzar todavía más las medidas de seguridad», tal como precisan las mismas fuentes. En una primera respuesta, al momento de producirse la muerte, desde Sagessa ya sostenían que el equipamiento se ajustaba a «todas las medidas de seguridad del Departamento de Trabajo».

En paralelo en el expediente sancionador iniciado por Trabajo, el Juzgado de Instrucción número 2 de Reus, en funciones de guardia, recibió el aviso de la defunción de una persona mayor en el centro e inició movimientos el 14 de junio. Dos días más tarde, el 16, dictó auto de sobreseimiento provisional. La familia del hombre, sin embargo, se personó después al procedimiento, tal como detallaban fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) hace unos meses, y eso generó que, en el mes de septiembre, Instrucción 2 acordara reabrir diligencias. En aquel momento, no había nadie en calidad de investigado ni se había concretado ningún delito. Las parcelas que examinan la Generalitat y el juzgado en relación a la actuación de la residencia Marià Fortuny son diferentes.

El edificio se inauguró en el 2015

La residencia de abuelos Marià Fortuny, ubicada en la calle Escultor Sunyol del barrio Fortuny, se levantó en el 2010 pero no se inauguró hasta el 2015. Su puesta en marcha estuvo vinculada a la revocación, por parte de la Generalitat, del convenio que mantenía 20 plazas públicas en la residencia de abuelos Aljesa Vallmoll d'Alforja. Los 20 usuarios de Alforja se trasladaron a Marià Fortuny para estrenarla. Sagessa la presenta a su sitio web como «pensada para personas mayores con algún tipo de dependencia, que necesitan recuperarse y requieren apoyo para desarrollar las actividades diarias.» El servicio de residencia se encuentra integrado en el edificio del Centro de Atención Primaria Mariano Fortuny, dando lugar a un CAP similar al que acoge la residencia de Horts de Miró, que resto a la espera de entrar en funcionamiento.