«La terapia no cambia pero el Centro de Alzhéimer será un lugar privilegiado»

—La importante tarea de la Associació d'Alzheimer Reus u Baix Camp, y la que Usted hace como directora del Programa San Rafael, han recibido recientemente un reconocimiento.

—Fue un reconocimiento, en la Cena Solidaria de la Fundación PortAventura, a la labor de la asociación y, como caras visibles, a Teresa Besora, la anterior presidenta que inició conmigo los movimientos por el nuevo centro de Alzhéimer, y a mí. Fue un homenaje porque, hace tiempo, fuimos visionarios.

—¿A cuántas personas atienden, ahora, desde la asociación?

—En el Centro de día tenemos 43 usuarios y en el Espacio San Rafael hay ahora 25. A domicilio trabajamos más o menos con 16 personas.

—Cómo se está preparando el traslado al Centro de Alzhéimer Fundació Rosa Maria Vivar?

—Antes de pensar en el traslado, para nosotros es importante que acabe la obra. Pensamos que estará terminada en septiembre. Después, vendrá el proceso de inscripciones. De hecho, ya hay gente que se ha acercado a la asociación para informarse. Los plazos se están cumpliendo y creemos que podremos estar pronto en el nuevo centro.

—¿Irán todos los usuarios actuales?

—Sí porque, en principio, el traslado implicará todos los servicios. Todos los trabajadores estaremos en un mismo lugar. El nuevo centro tendrá cuatro espacios. Uno de ellos será la unidad de estimulación cognitiva, que es el actual Espacio Santo Rafael, y el Centro de día también se llevará allí entero. Como el centro nuevo tiene más capacidad, aparte de los usuarios actuales se abrirá una lista de inscripciones.

—¿Qué se ha construido y qué queda todavía para levantar, en el nuevo centro de la calle Antoni Planàs i Marca?

—La estructura ya está terminada, faltan los jardines y la instalación interior. Queda colocar el pladur, las divisiones de los despachos, aunque ya se puede apreciar donde estarán las aulas y cuál será la forma que tendrán.

—¿Qué supondrá el cambio de ubicación?

—Supondrá un cambio a mejor. Es evidente que el programa será el mismo, las terapias para los usuarios serán las mismas, pero en un lugar privilegiado. Disponer de sala para hacer la estimulación sensorial o tener jardines para poder salir es importante. Habrá arena de playa, césped, diferentes olores. Las personas usuarias se podrán dividir según las alteraciones cognitivas o conductuales.

—¿Ofrecerán plazas concertadas?

—Estamos trabajando con la Generalitat y, en el futuro, creo que habrá. Estamos en pleno trámite para que nos lo concedan. El compromiso está y hemos pedido 40, la mitad del ocupación.

—¿Será centro de día o también residencia?

—No, será centro de día. Estará abierto de 10 a 18h, con una hora en frente y una detrás de acogida, y las terapias se harán de 10 a 13 y de 15 a 18h. No está previsto, ahora mismo, que sea residencia. Nuestra prioridad es empezar el centro de día y llenarlo.

—Aparte, habrá una unidad de estimulación cognitiva.

—Estará al lado del centro de día e irán personas con alteraciones de la memoria, deterioro cognitivo y primeras fases del Alzhéimer. Es lo que hay en el Espacio San Rafael. Allí también se harán talleres de memoria para personas sanas. La memoria se tiene que ejercitar.

—¿Qué diría a quién tenga un diagnóstico de Alzheimer y busque dónde acudir?

—Que se acerque a la asociación. Tenemos un servicio de orientación y asesoramiento gratuito y, dependiente de las necesidades de la persona, se podría hacer ya el servicio o poner en lista de espera. Se dice que hay unas 7.000 personas en la demarcación con Alzhéimer.

—¿Cómo es su programa?

—El programa San Rafael nació el año 2000. Está creado por mí pero han aportado cosas todos los profesionales que han trabajado en la asociación y está vivo. El primer objetivo es trabajar con terapias no farmacológicas e intentar cuidar lo mejor posible.