Vía Pública
Los actos de incivismo «han desaparecido» con la valla de la plaza de la Festa de Reus
El AVV Mas Vilanova celebra la «tranquilidad total» desde que se utiliza la reja pero se pregunta «por qué se ha tardado» y urge a actuar en la plaza del Séquito
Desde que, hace cerca de un par de semanas, el Ayuntamiento empezó a hacer uso de las vallas que había instalado cuatro meses antes para rodear la plaza de la Festa Major, «no ha habido más problemas. Tranquilidad total», explica al presidente de la Asociación de Vecinos de Mas Vilanova, Valentín Rodríguez. El día 21 de agosto, personal de la Brigada Municipal cerró por primera vez las rejas y ahora estas «se están cerrando y abriendo cada día» en una medida que ha propiciado que los actos de incivismo han desaparecido aquí. Rodríguez celebra que «confiábamos en que esta sería la solución y, efectivamente, hasta el momento sí que lo está siendo» pero se pregunta, también, «¿Por qué se ha tardado tanto? No lo entendemos».
El operario de Brigadas que atiende las rejas de la plaza de la Festa Major se cuida igualmente de abrir y cerrar la de otros espacios de la ciudad en un sistema de ruta. Por este punto concreto pasa por cerrar sobre las diez de la noche y abre de nuevo a primera hora de la mañana.
El AVV Mas Vilanova urge ahora a terminar los trabajos, muy similar a los que se hicieron en la plaza de la Festa Major, que se están ejecutando en la del Seguici Festiu. «Ahora esperamos que se hagan las obras de la fase que falta y poder decir que el tema está totalmente cerrado», concluye Rodríguez. Y es que los actos incívicos sí que continúan presentes en este otro punto. En la plaza de la Festa Major, antes de que se utilizara la valla, los vecinos habían denunciado basura fuera de las papeleras, ruidos, pintadas e, incluso, una hoguera al suelo que Bombers de la Generalitat tuvieron que apagar. Episodios, estos, que también se reproducirían en la parte que todavía queda|resta para cerrar.
Una inversión de unos 20.000 euros
La reja de la plaza de la Festa Major, que ha empezado a cerrarse hace menos de quince días, se instaló en abril a través de los presupuestos participativos 2018. Acumulaba, entonces, cerca de cuatro meses inoperativa. La propuesta para colocarla y darle uso fue impulsada por el propio vecindario, recogió un total de 125 votos en el proceso abierto y representó una inversión –junto con otra valla que todavía tiene que coger forma a la plaza del Seguici Festiu- de unos 20.000 euros.
«Estos nuevos cierres permitirán mejorar la seguridad de estos espacios públicos, de manera que en horario nocturno se pueda limitar el acceso, apuntaban desde el Ayuntamiento de Reus, en una nota enviada a los medios de comunicación, al momento de hacer públicos los movimientos relacionados con la colocación de las rejas».