Quejas de los usuarios de las líneas 30 y 31 del bus de Reus por la pérdida de frecuencias

Vecinos de Sol i Vista lamentan que una modificación aplicada a los horarios de la Línea 30 y la Línea 31 de bus urbano de Reus, las que ofrecen servicio en el barrio, haya convertido dos de las frecuencias de paso de la mañana en una sola y les genere «problemas cuando nos tenemos que desplazar al centro a primera hora, por ejemplo para ir al médico o al trabajo». El cambio lo ha puesto en marcha Reus Transport este pasado 9 de septiembre, coincidiendo con el inicio del curso escolar. No figuraba, sin embargo, entre las modificaciones que la empresa municipal anunció hace pocos días y que afectaban a las líneas 60, 50, 20, 21 y 11.

Desde la Associació de Veïns de Sol i Vista, la presidenta Ana Belén Castaño valora que «el de los autobuses es un problema que tenemos todos los barrios» y explica que «en nuestro caso, estamos en un lugar de la ciudad muy incomunicado y sin tiendas, sin médico, sin nada. La mayoría son personas mayores y el autobús es muy necesario».

En concreto, el cambio que Reus Transport ha introducido justo hace pocos días se ubica en torno a las nueve de la mañana. Si se toma como referencia la parada Sol i Vista 1 en dirección a las Oques, en la programación de 2018 el autobús se detenía en el barrio a las 8.54 h y a las 9.16 h, y llegaba a las Oques a las 9h y a las 9.25h Ahora, con esta modificación, el bus hace parón en Sol i Vista 1 a las 9.09h y llega a las Oques a las las 9.15h. El siguiente autobús pasa a las 9.36h y llega a destino a las 9.45 h. Si hasta ahora había 29 frecuencias, esta temporada habrá 28. Aunque resulte mínimo, el baile de minutos «nos trae quebraderos de cabeza por la hora en que se ha hecho y porque es un momento donde quien coge el bus lo hace por necesidad». Otro usuario critica que las pantallas que indican el tiempo que queda para la llegada de los vehículos «no funcionan bien», que el bus «a menudo no pasa puntual o directamente no pasa» y que en Sol i Vista 1 «se ha colocado un monolito nuevo pero no tiene los horarios».

Todos coinciden, asociación de vecinos incluida, que «tendríamos que tener un autobús que llegara al CAP Sant Pere, que es nuestro CAP de referencia. Cuando va la gente está porque es personas mayores o porque está enferma, y hay un trozo muy grande entre las Oques y el centro sanitario si uno no se encuentra bien o no tiene demasiada movilidad». Castaño precisa que «únicamente hay que desviar la ruta un poco».

En relación a la importancia del transporte público en un barrio donde los servicios han desaparecido, la presidenta de la Associació de Veïns de Sol i Vista detalla que «sólo nos queda un bar. Para hacer cualquier cosa, tenemos que desplazarnos. Y Pelai también lo necesita». Desde la entidad piden también que «el fin de semana, la última hora de paso no sea tan pronto, porque es a las siete de la tarde y entonces todavía hacemos vida».

Fuentes municipales precisan que «se ha hecho el cambio dentro de los ajustes que se hacen cada año al inicio de curso» y «se ha considerado oportuno por motivos técnicos». Y destacan que «la ampliación de la flota» que se ha realizado recientemente «ha mejorado el servicio a los usuarios». Vecinos de Mas Iglesias ya se quejaron la semana pasada por los cambios a la Línea 60.