Bienestar
El programa A-porta detecta 29 hogares con vulnerabilidad energética en Reus
Los ‘picaportes’ han identificado problemas relacionados con consumos en 55 viviendas de Huertos de Miró
La puesta en práctica del proyecto A-porta, «orientado a detectar y combatir la pobreza energética a partir de la colaboración vecinal», ha dejado un total de 524 hogares visitados en Horts de Miró. De estos, hasta 387 han abierto la puerta y se han podido realizar 199 entrevistas. Las han hecho los llamados picaportes, seis personas vecinas del barrio –previamente instruidas en materia energética y que han actuado siguiendo las directrices de un coordinador que trabajaba a jornada completa desde el Centro Cívico Llevant- que se han dedicado a «informar al vecindario sobre como|cómo se puede hacer frente a la pobreza energética». A-Porta ha permitido detectar «29 hogares con vulnerabilidad energética», según las cifras que han sido recogidas al final de la interneció.
La gestión del programa, que se puso en marcha en Huertos de Miró en febrero y se alargó hasta julio, la encargó el Ayuntamiento a la Confederación de Asociaciones Vecinales de Cataluña (CONFAVC) y la sociedad cooperativa europea limitada Innovación y Economía Social en el Mediterráneo (iesMed). El objetivo, tal como se informó al momento de presentarlo a los vecinos, se fijaba al «asesorar a unos 500 hogares sobre cuestiones como el estado de los contadores, el ajuste de los consumos a las necesidades reales o el aislamiento de las viviendas». Se trataba de revisar los suministros energéticos: electricidad, agua y gas.
Durante los cinco meses en que se ha desplegado el proyecto, los picaportes han visitado los 524 pisos finalmente asignados, llegando a realizar 3.251 visitas, una media de 6,2 por cada vivienda. En 55 de los 104 que respondieron a la pregunta concreta de la entrevista que hacía relación a esta cuestión se han detectado «problemas de diferentes grados relacionados con el consumo energético». Los más comunes han sido impagos en la factura de la electricidad. También se han identificado, con todo, «vínculos entre la pobreza y la limitación de consumo energético, la existencia de servicios suplementarios desconocidos que hacen encarecer las facturas o exceso de potencia contratada».
Hasta 116 hogares de las 199 donde los picaportes hicieron entrevistas aportaron datos sobre las facturas de agua y su consumo. A-porta ha comprobado que en un 33% de ellas «no se realiza un consumo de agua responsable», es decir, que «consumen más de 6 metros cúbicos por factura, que es lo mismo que más de 3 metros cúbicos al mes.»
Revisar contadores y aislamiento
A los picaportes se les habían encargado una serie de misiones concretas que pasaban para «combatir la pobreza energética centrándose en unidades familiares en riesgo de exclusión social», la observación de «el estado de los contadores, el ajuste de los consumos a las necesidades reales o el aislamiento de las viviendas», «romper el aislamiento del vecindario o informar sobre el Punto de Asesoramiento Energético». Sus funciones, por eso, iban más allá de la lucha contra la pobreza energética, y han dado frutos.
Con su papel, los picaportes han conseguido «establecer lazos de cooperación y confianza con A-porta» y también aportar conocimiento experto a los vecinos para entender las facturas y poder hacer frente a los problemas energéticos. Además, «han evitado cortes|trozos de suministro en aquellas viviendas que habían tenido avisos» y han aportado «soluciones a los hogares con problemas económicos puntuales para afrontar el pago» de recibos y «han asesorado a aquellos hogares con sobrecoste a las facturas o bien que estaban mal adaptadas». Los picaportes han pasado una media de más de 50 minutos en cada vivienda.
A-porta es un proyecto financiado por la Generalitat, la Fundación Bancaria La Caixa y el Ayuntamiento de Reus, que busca hacer frente a la pobreza energética, una situación que se había detectado con anterioridad en algunas viviendas de Horts de Miró. El programa ya se había puesto en marcha antes en otras ciudades, donde había constancia de facturas en los suministros sobredimensionadas y con la intervención de estos vecinos vinculados al proyecto se han analizado y se ha reducido el importe de manera considerable. Más allá del A-porta, durante el año 2018 un millar de personas de Reus aprendieron como ahorrar en la factura de electricidad, gas y agua, mediante talleres o a través del Punto de Asesoramiento Energético.