La Agencia de Residuos clausurará dos celdas del vertedero de Mas Calbó

Dos de las celdas del vertedero de Corsa, que se encuentra ubicada en la partida de Mas Calbó, dejarán de acoger restos siguiendo directrices de la Agencia Catalana de Residuos (ACR). Se trata, en concreto, de las celdas E y F, tal como detallan al Diari Més fuentes del Departamento de Territorio de la Generalitat. Territorio precisa que «ya no pueden entrar más residuos» en ejecución de una sentencia dictada a octubre de 2018 y con la cual el Tribunal Supremo ratificó la nulidad de un Plan Especial de 2012 que hacía posible la ampliación del recinto.

Las mismas fuentes concretan que «desde el ACR se procederá a dictaminar una serie de medidas técnicas a aplicar por parte de la empresa titular de la actividad en cumplimiento de lo que exige la sentencia en cuanto al cese de la entrada de residuos en las celdas de vertido objeto de la resolución, que son las denominadas E y F». Y detallan que el desmantelamiento de estos dos ámbitos «en la actualidad se encuentra en fase de estudio», hecho por el cual «no se puede adelantar como se efectuará ni ninguna planificación». El vertedero de Mas Calbó «está autorizado como depósito controlado de clase II para residuos no peligrosos, los cuales provienen de la actividad industrial productiva», tal como detallan desde Territori.

El vertedero se abrió en los años 90 y acumula cerca de tres décadas de litigios a raíz de la oposición inicial por parte de asociaciones de vecinos de la zona, entidades ecologistas y empresas a que la actividad de depósito controlado de gestión de residuos se instalara en este punto.

Un largo litigio

La sentencia del Supremo, que ratifica una decisión anterior del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), es el fruto de un recurso impulsado por, tal como detalla el propio documento, Inversora Serge S. A., la Asociación de Vecinos Reus Sur Misericordia, la Supracomunidad de propietarios Les Palmeres d'Aigüesverds, GEPEC y una quincena de particulares. Todos ellos hicieron frente común contra la Generalitat, el Ayuntamiento de Reus y Corsa para impugnar la resolución de Territorio que, en el 2012, había aprobado un nuevo plan promovido por Corsa para legitimar el vertedero después de que uno anterior fuera también anulado. De hecho, en los últimos 30 años, un rosario de sentencias y recursos han ido dejando fuera de varios planes y modificaciones, licencias y autorizaciones, entre las cuales la que planteaba la ampliación de la capacidad del depósito.

El dictamen del Tribunal Supremo se fundamenta en la incompatibilidad entre el Plan Especial del vertedero y el Plan Territorial del Camp de Tarragona. Detalla, en esta línea, que el suelo donde se localiza el depósito de residuos es considerado «de protección territorial incluido en un corredor» y que este tipo de espacios «tienen que quedar excluidos de transformaciones urbanísticas con el fin de no dificultar futuras propuestas de mejora de la movilidad o de dotación de infraestructuras», además de «cumplir una función paisajística importante». La Generalitat, el Ayuntamiento de Reus y Corsa habían recurrido la nulidad del plan y perdieron.

Territori precisaba el año pasado que el Plan Especial de 2012 «tenía por objeto la ampliación del depósito» y que el mismo plan calificaba «los terrenos ocupados por el depósito y su ampliación». Por eso, concretaban desde el Departamento, la sentencia se referiría inicialmente a esta parte. Las mismas fuentes afinan ahora la afectación en las celdas E y F del complejo.