Medio Ambiente
El recinto de la antigua Bionet en Reus es ahora un vertedero de escombros y neumáticos
Seis meses después de que desapareciera la valla, en las naves se deposita irregularmente todo tipo de basura
En mayo, algunos tramos de la valla que rodeaba la planta abandonada de Bionet, en la calle Adrià Gual del polígono Agro-Reus, desaparecieron. Seis meses después, de la reja ya no queda ni rastro y el recinto, que también ha perdido las puertas y barreras, permanece totalmente abierto y se ha convertido en un vertedero irregular de escombros y neumáticos. El acceso libre ha propiciado que, en el interior de las diferentes construcciones que conforman el complejo –pero también en su parte más visible desde la misma calle–, se hayan empezado a depositar de manera descontrolada todo tipo de residuos procedentes de obras y una gran cantidad de piezas de vehículos desguazados. Entre la basura resulta fácil identificar, incluso, restos del traslado de algún comercio del centro que cambió de local algunas semanas atrás.
Ladrillos, baldosas, aislamientos, partes de moqueta, listones de madera o cañerías de plástico se acumulan en las naves de Bionet, donde la instalación eléctrica ha sido saqueada y quedan todavía restos de la actividad de la antigua fábrica de biodiésel. También hay multitud de zapatos, garrafas y cajas de cartón, y alguna bandeja de comer precocinado y latas vacías. En todas las naves hay grafitos por dentro y fuera. Repartidos en el recinto se encuentran una serie de agujeros al suelo, sin ningún tipo de protección y que no están señalizados, del todo desapercibidos a primera vista, inundados por las últimas lluvias y de algunos metros de profundidad a que cualquiera puede acercarse sin problema.
A la espera del desmantelamiento
La planta estuvo en el 2017 escenario de varios incendios que dejaron los depósitos de biodiésel en situación muy precaria. El viento de los últimos meses ha acabado de hacer caer al menos a uno. Aunque no concretan ahora en qué punto se encuentra el proceso, fuentes municipales sí que detallaban en mayo que «en 2016, el Ayuntamiento ya inició los requerimientos en la propiedad para limpiar las instalaciones y retirar los residuos existentes del solar, atendiendo los posibles riesgos medioambientales y para la seguridad de las personas que puede suponer el estado de abandono de las instalaciones.» Teniendo en cuenta «la falta de respuesta», el Ayuntamiento «tiene previsto ejecutar las obras de forma subsidiaria» y «está trabajando en la tramitación administrativa», precisaban semillas. Sacar adelante el desmantelamiento subsidiario de Bionet por «la falta de responsabilidad de la propiedad» implicaría «un gasto aproximado de unos 200.000 euros».