«La documentación familiar ayudará a conocer un poco más a la historia de Reus»

—Qué incluye, el material documental que han cedido en la ciudad?

—Hay de todo un poco. Comprende documentación desde 1856 hasta 1959. Encontramos desde temas familiares, como capitulaciones matrimoniales, como material de la empresa: recibos, hojas de salarios, facturas y correspondencia con clientes y proveedores. Incluye también muchas referencias a otros industriales del momento y de la zona, así que en el Archivo los permitirá hacer un poco de recorrido en la historia de Reus desde 1859 hasta la época moderna.

—podemos leer cosas curiosas o que a día de hoy nos puedan resultar singulares?

—Sí, por ejemplo hay hojas salariales que estaban firmadas con huellas dactilares, por gente que no sabía escribir, o apuntes de cuánto valían las cosas hace cien años. También es curioso como se hacían las copias de los documentos, porque los papeles se prensaban con agua. Con respecto a los contenidos, son muy interesantes los dibujos antiguos, hechos a mano, para ser grabados|gravados en los cristales de sitios como el Reddis o el Centro de Lectura. Hoy día eso se hace con serigrafía, pero antes los dibujos se hacían con ácido, y hemos encontrado muchos dibujos antiguos de este tipo que se guardaban por si se rompían y se tenían que volver a hacer.

—Todo este material también describe la historia del negocio que siempre ha sido en manos de la familia?

—Sí, Vidres Sanromà fue fundado por dos hermanos, Josep y Francesc Sanromà Guasch, después fue pasando a hijos, nietos, y bisnietos. La fecha de fundación de la empresa no la sabemos exacta. Tenemos documentación de 1870 y también alguna cosa de 1856. Pero un día, un cliente, nos trajo un marco con una etiqueta de Vidres Sanromà, enganchado detrás, del año 1850.

—En el que consistía entonces el trabajo del vidriero?

—En Vidres Sanromà trabajaban el vidrioplano, lo que a veces se ve en lugaresmuy antiguos, que hace como unas aguas.

—Cómo fue que decidieran dar toda la documentación en el Archivo Municipal?

—fue por casualidad. La verdad es que no lo habíamos pensado, lo teníamos todo almacenado. Un día, hablando con Isabel Martínez, nos hizo ver que este material podría ser importante y nos puso en contacto con el Elisenda Cristià, directora del Archivo. Ella vino a mirárselo y lo encontró interesante. Nosotros lo habíamos guardado siempre pero no le habíamos dado esta importancia.

—Después de más de 160 años en el negocio del vidrio, como|cómo ven el futuro?

—no se puede decirnunca, pero de momento aquí seguimos. Yo Sdad la quinta generación de la familia que llevoel negocio. Hoy día el problema no es el relevogeneracional, sino que tenemos un problema de país, todo cuesta mucho, y vamos subiendo y bajando en crisis constantes.