Suministros
Las operaciones contra el fraude eléctrico cortan 172 conexiones ilegales en Reus
Endesa ha detectado, entre enero y noviembre, menos hogares con la luz pinchada que en el mismo tramo del 2018, cuando fueron 248
Un total de 172 conexiones eléctricas han sido cortadas por Endesa, entre los meses de enero y noviembre de este 2019 en viviendas de Reus, después de que la compañía las detectara como fraudulentas, es decir, enganchadas de manera irregular al suministro «con el peligro para las personas que eso comporta por el hecho de que la instalación se encuentra manipulada sin control». Según los datos facilitados por la misma compañía al DiariMés, en los once meses del año que se han podido ya contabilizar, «se han realizado un total de 1.393 inspecciones» en inmuebles del municipio donde había algún indicio de consumos sin contrato. Fruto de estas revisiones, se han realizado las 172 desconexiones que «han permitido recuperar 2.889.279 de los conocidos como kilovatios fantasma», energía defraudada.
Las operaciones contra los robos de luz, al menos las que han trascendido, se sucedieron de manera especialmente intensa durante la primera mitad del año. Se tropezaron consigo, a veces, con oposición vecinal y, con el fin de garantizar la seguridad de los operarios que trabajaban, contaron a menudo con el apoyo de la Guardia Urbana. Sant Josep Obrer o Monasterison algunos de los barrios donde se localizaron y se desengancharon parte de estas 172 conexiones fraudulentas. Alguna vez, tal como explicaban entonces desde la suministradora, se trataba de intervenciones sobre puntos «que se habían revisado recientemente» y donde se buscaba «comprobar reincidencias y el estado de las instalaciones» y «velar por la seguridad de las personas que hacen las conexiones y los vecinos, a los que puedan acabar ocupando las viviendas donde están las conexiones, los operarios que vayan a revisar una instalación y puedan no saber que ha sido manipulada y, en último término, también de los inmuebles».
La conexión directa es la forma más habitual de obtener suministro de manera irregular pero hay otros como la modificación de contadores eléctricos que igualmente se dan. Cuando, durante una inspección, se detecta una conexión fraudulenta, se levanta expediente, se toman imágenes de la instalación y, después, se corta. «Todo expediente va acompañado de una denuncia por fraude eléctrico», precisan desde de Endesa.
Kilovatios fantasma
En el mismo periodo del 2018, también entre enero y noviembre, las inspecciones realizadas habían sido 1.548 y los expedientes abiertas por conexiones fraudulentas, 248. Cortarlas repercutió en hasta 4.103.874 kilovatios fantasma. La cifra de robos de luz presenta, pues, una bajada de 76 casos entre un año y el otro, caída que desde de Endesa atribuyen a «una mayor inversión en recursos, más control policial y por parte de la compañía,» entre otros factores.