Unas inusuales aves frecuentan la rotonda entre Bellissens y Mas Pellicer

La presencia, al menos desde el viernes, de un grupo de aves blancas y de dimensiones poco usuales para un entorno urbano, sorprende los conductores que circulan por la rotonda que enlaza la zona de Mas Pellicer con el campus de la URV, el Hospital Sant Joan y la avenida de Bellissens. Los pájaros, que pasean por el césped y comen, han llamado también la atención de los vecinos del barrio, que en un primer momento sospechaban que alguien podría haber liberado patos en la carretera. Después de ver imágenes de las aves, Jonathan Alonso, técnico de control de fauna y halconero del Aeropuerto de Reus, explica que «se trata de garcilla bueyera», bubulcus ibis , que «se pueden ver fuera de los campos aunque siempre es extraño que se encuentren en una rotonda». Las garcillas bueyeras «siguen los tractores en su trabajo porque dejan al descubierto insectos de los cuales se alimentan. Entonces, es posible que hayan segado y las aves hayan llegado aquí atraídas por las máquinas», añade Alonso.

El nombre «viene porque se pueden ver en los documentales de África encima de los bueyes, ya que se alimentan de sus parásitos» todo y que «llegaron en España en los años 60, probablemente con una primera pareja en Cádiz, aunque ya están presentes en todo el territorio. Son de la familia de las urracas». En la rotonda se han visto coincidir hasta tres ejemplares de garcilla bueyera al mismo tiempo, alguno de ellos con una anilla en la pata. Alonso, gestor de Fauna&Halconeros que ofrece el servicio de halconería y control de fauna en el aeródromo reusense, explica que «eso significa que está marcado y, si la anilla es visible, quiere decir que ha sido liberado». «Posiblemente estuvo herido y se repuso en un centro de recuperación donde lo marcaron antes de soltarlo, tal como se hace con todos los ejemplares,» añade, y dice que «también puede ser que fuera capturado en un programa d'anellament, donde se marca cualquier pájaro que cae a las redes para estudiar sus movimientos si después se los observa.»

En el vertedero de Corsa

Verlos «puede ser más o menos habitual» sin embargo «como a curiosidad, en Tarragona se intenta buscar a un dormidero –un gran árbol o un conjunto de árboles donde se agrupen varias garcillas bueyeras para dormir– y no se encuentra con facilidad. No se sabe con precisión dónde puede haber uno y eso es una cosa muy rara». Sí que se tiene constancia que «un sitio de concentración donde sus pueden ver garcilla bueyera alimentándose es el vertedero de Corsa», a la partida de Mas Calbó, y «otro punto es el centro de tratamiento de residuos de Griñó que se encuentra ubicado al lado del peaje de la AP-7 por la salida del Aeropuerto».

La misma percepción comparten desde el Gepec, grupo de estudio y protección de los ecosistemas catalanes, donde apuntan que «parece que sean garcillas bueyeras» y que «hay una balsa con áridos próximos a la autopista, donde hay un dormidero que cuenta con unos 700 individuos». No es la primera vez que la fauna se acerca a la ciudad por este punto. En el 2018 se vieron jabalíes.