Patrimonio
Las piedras del hastial de Casa Navàs se tendrán que picar manualmente
El uso de maquinas se descarta y la minuciosidad del trabajo con las 11 piezas de la reconstrucción requerirá más tiempo del previsto
A finales de esta misma semana se hará un mes desde el inicio de las obras para reconstruir el hastial de la Casa Navàs, uno de los dos grandes proyectos de restauración en que avanza la propiedad del edificio modernista. En este primer tramo, los trabajos se han centrado en recrear las once piezas –cinco plafones y seis pináculos– necesarias para la recuperación del hastial, a partir de elementos originales que durante años permanecieron repartidos en masías de la familia Font de Rubinat y que ahora han podido recopilarse y catalogarse. Se utiliza, con la aprobación de la Comisión de Patrimonio de la Generalitat, piedra de Vinaixa, que es arenosa y que resulta fácil de modelar. La intervención se lleva a cabo en un taller de Solsona. Aunque, en un inicio, estaba previsto trabajar las piedras con maquinaria especialmente ideada y construida para la ocasión, finalmente se ha constado que la opción más adecuada pasa por picarlas de forma manual.
El cambio de sistema requerirá «unpoco más de tiempo» para completar las obras, tal como precisa en el DiariMés la directora de la Casa Navàs, Sílvia Sagalà. A estas alturas, todavía no se han fijado nuevos plazos. Esta en concreto es la parte más compleja de la reconstrucción. Paralelamente, en el Mercado se está doblando el andamio que permitirá actuar sobre el edificio y en pocos días se instalará una nueva lona.
Otra cuestión que ha quedado resuelta es la relativa a la forma como se evitará el falso histórico, es decir, como se hará que el hastial reconstruido no sea confundido con la creación de Domènech y Montaner. Hasta ahora había encima de la mesa varias opciones: actuar en la textura de las superficies de los nuevos elementos dejándolas lisas y sin marcas de herramientas, esculpir las formas vegetales de la decoración reduciendo la volumetría o trabajarlas a partir de planos geométricos y dejar de lado las figuras orgánicas que había de inicio. Una vez analizadas todas, tal como concreta Sagalà, se ha optado por un doble mecanismo que consistirá en variar el grado de relieve y limitar las marcas de las herramientas. Todo quedará documentado, además, por escrito y con fotografías.
El hastial –igual que la torre, que será objeto de una segunda actuación más adelante– quedó destruido durante la Guerra Civil, por el impacto de una bomba. Los propietarios de la casa, que en aquel momento eran Joaquim Blasco y Maria Font de Rubinat –y que ahora son el empresario Xavier Martínez y la heredera Dolors Blasco-, las guardaron en uno de los edificios que tenían en la calle de la Prisión y las repartieron después en masías en las afueras. En total, se han encontrado diez. Cuando culmine la restauración, las piedras serán igualmente conservadas.
El medallón también estará
El original del hastial, según informaban desde la Casa Navàs hace algunos días, estaba integrado por cinco plafones dispuestos en tres niveles y separados por pináculos, formando un triángulo sobre el eje de la tribuna y decorado con flores de cinco pétalos y ramas. En medio de la cerradura lisa había un medallón circular con ornamentos y se podía distinguir la fecha 1904. La restauración permitirá también recuperar el medallón.