Los paradistas se sienten «estafados» y lucharán para que el Carrilet no cierre

«Estafados» y «engañados por los representantes municipales». Así es como se oyen los paradistas del Mercado del Carrilet, que acaban de constituir la plataforma Salvem el Carrilet y lucharán contra la decisión del gobierno de cerrar definitivamente el equipamiento en junio del 2021. Los vendedores han recogido en sólo tres o cuatro días más de 2.000 firmas de apoyo y anuncian que «llevaremos a cabo todas las medidas y acciones que estén a nuestro alcance para evitar que se consume una decisión tan nefasta para el conjunto de la ciudad de Reus». En este sentido, han encontrado la complicidad de la clientela, pero también de diferentes entidades y de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Reus (FAVR), entre otros, que les apoyan. La representante del colectivo, Maria Jesús Querol, compareció ayer acompañada de todos ellos para expresar que «lucharemos por nuestro barrio, porque esta es nuestra casa y nuestra gente» y denunciar que «el Ayuntamiento estará incumpliendo su obligación legal de ejercer las competencias en materia de mercados».

Los vendedores recuerdan que «en febrero de2019 firmamos los contratos de arrendamiento con la concejala Montse Caelles y tenían que durar hasta el 29 de junio del 2021. En el contrato se hizo constar por escrito que su objeto era hacer posible la prestación del servicio de mercado con el conjunto de acciones necesarias para la definición y, si procede, ejecución del nuevo Mercado del Carrilet». Apuntan que «faltaban tres meses para las elecciones municipales y todos los partidos nos veían a ver para pedir el voto. Todo eran promesas de regeneración de la zona». Pero «después de las elecciones, nunca más se supo. Simplemente se nos convoca un día al Ayuntamiento por parte del nuevo concejal, Carles Prats, y el gerente de Reus Mobilitat i Serveis, Josep Maria Adserà, para decirnos, sin más prólogos, que el mercado cerrará en junio del 2021. Ni diálogo, ni derecho a réplica ni buenas palabras. Y, después, corriendo a explicarlo a los periodistas». «Deben haber pensado que ahora, cuando faltan tres años para las próximas elecciones municipales, era el mejor momento para matar el Mercado del Carrilet», apuntaba ayer Querol como portavoz de los paradistas.

«No se puede matar el mercado»

La decisión del gobierno, valoran a los vendedores, «va en contra de las que toman otras ciudades que sí que entienden el potencial de los mercados», mientras que en Reus «la gestión consiste únicamente en cobrar el arrendamiento y las concesiones sin hacer nada a cambio». Los paradistas avisan de que «lo que pasa al Carrilet es lo que puede pasar más adelante en el Mercado Central» y alertan que «el Ayuntamiento dejará de prestar un servicio esencial y obligatorio a decenas de miles de personas que viven en la zona sur de Reus. Miles de personas que sólo pueden venir a pie en el mercado a comprar productos frescos de calidad que no encuentran a otros formatos comerciales». «La responsabilidad la tienen los políticos», concluyen, y hacen «un llamamiento a los vecinos de la zona sur y del resto de Reus, a las entidades y asociaciones de vecinos a que nos ayuden a hacer entender a los políticos que eso es intolerable y que no se puede matar el mercado».