Solidaridad
Objetivo: todas las maletas vacías
El viaje solidario a Gambia de cuatro enfermeras de Reus, Tarragona y Mont-roig
Gina Toda, Anaïs Serret, Jennifer Preciado y Shelidan Bailey son cuatro profesionales del ámbito sanitario que, este mes de febrero, han viajado hasta Gambia para llevar material sanitario y escolar, alimentos y ropa. Han sido doce días de viaje solidario, durante los cuales las cuatro compañeras y amigas, vinculadas al Instituto Pere Mata de Reus, el Hospital Juan XIII de Tarragona y la Residencia de Levante de la Red Santa Tecla, han recorrido una parte del país africano repartiendo todo aquello que habían conseguido recaudar antes de marcharse. «Salí con cuatro maletas cada una, que es el máximo que nos permitía facturar la compañía de vuelo, y las devolvimos todas vacías», explica la Gina, enfermera de la Residencia Monterols en el instituto Pere Mata. A las maletas, las jóvenes llevaban todo aquello que habían conseguido recoger, bien a través de la solidaridad directa de amigos y conocidos, bien a través de la venta de dulces. En esta labor las ayudó también Diana Tutillo, que aunque lo tenía previsto, finalmente no pudo viajar con ellas.
«Contactamos con un guía llamado Abdulay Jallow, que tiene una pequeña agencia que organiza viajes solidarios. Sus dos hijos, Suleiman y Amadou, nos llevaron|trajeron por todos aquellos pueblecitos donde hacía falta más nuestra ayuda», detalla la Gina. Una parte del material, sin embargo, lo compraron directamente en el África, con la voluntad de colaborar con las economías locales. «También nos encontramos con que había muchos niños que iban descalzos y tenían heridas en los pies, así que también destinaron una parte del dinero que llevábamos a comprar doscientos pares de chanclos», detalla a la enfermera. En el trayecto, también tuvieron la oportunidad de visitar varios hospitales, donde explican que quedaron fuertemente impresionadas en ver los pocos medios disponibles, así como el escaso acceso a la sanidad de los habitantes de los pueblecitos de interior. Y, aunque no iban con esta intención, acabaron haciendo algún cuidado|cura con sus botiquines de mano. También pudieron conocer la historia familiar de su anfitrión, el Abdulay, que perdió a un hijo cuando este intentó cruzar el estrecho, así como las dificultades que él y su familia habían tenido por|para viajar a España.
El viaje a Gambia lo hicieron del 1 al 12 de febrero. «La vuelta –admite la Gina- fue muy dura. Retornar al trabajo y al día a día nos hace ser más conscientes de todo lo que tenemos». No obstante, la enfermera, igual que sus amigas, afirma que volvería a hacer el viaje sin pensárselo dos veces, asegurando que «es una experiencia que todo el mundo tendría que vivir al menos una vez». Ahora, les ronda por la cabezala posibilidad un proyecto de ayuda «que tenga una relación más directa con la salud», pero a estas alturas sólo es una idea que, en un futuro, podría ser un punto de partida. Su experiencia se puede ver al perfil Enfermeras en Gambia de Facebook. «Si alguien quiere colaborar o necesita información, se puede poner en contacto con nosotros», se ofrece la Gina.