Enseñanza
Alumnos de Arquitectura 'ocupan' la facultad para que abra también por la noche
Denuncian falta de servicios y reclaman mejoras
Los alumnos de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la URV en Reus sacaron adelante, este miércoles, la iniciativa de encerrarse en la facultad pasadas las horas de uso reguladas. Los estudiantes expresan a través de un comunicado que «estamos hartos de hacer inexplicables malabarismos para poder combinar la vida de un estudiante de arquitectura y una vida cotidiana» y que, por eso, «nos hemos clausurado en el interior de la facultad para reivindicar que la universidad esté abierta las noches en que los estudiantes lo necesiten» y que ofrezca actividad, como mínimo, «antes de grandes entregas».
El colectivo detalla, en relación a su situación, que «los estudios de arquitectura no son iguales que el resto: comportan una gran inversión de tiempo en proyectos tanto individuales como grupales muy intensos a lo largo del curso escolar, a diferencia de las otras carreras que concentran todo su tiempo de estudio en franjas previas a los exámenes» y que «el tipo de trabajo que realizamos implica maquetas de gran tamaño, de difícil transporte y material específico, propio de un taller de maquetas de arquitectura de el cual evidentemente no todos podemos disponer en casa». «Por lo tanto», añaden a los alumnos, «es difícil como estudiantes encontrar espacios adecuados donde desarrollar los trabajos grupales requeridos en nuestra formación y que comportan en muchos casos estar en activo hasta horas tardías» sin embargo, en cambio, la «universidad no nos lo pone nada fácil». Durante el cierre, «hemos hecho una jornada de cohesión para todos los alumnos, realizando como futuros arquitectos un proyecto de apertura de la universidad discutiendo como es debido gestionar la propuesta de que estamos reivindicando».
Sin espacio ni material
Los estudiantes aseguran que «con el paso de los años, los servicios para los estudiantes de nuestra escuela han ido decayendo: en un inicio disponíamos de un espacio dedicado exclusivamente en venta de material y a la realización de maquetas con una gran cantidad de maquinaria, del mantenimiento del cual se hacía responsable una empresa privada». En la actualidad, con todo, «el taller se ha trasladado a una sala destinada al estudio, en el cual satisface necesidades incompatibles, donde sólo tenemos al alcance tres máquinas las cuales a menudo se averían por falta de mantenimiento. Además, este taller cuenta con un almacén de material el cual actualmente está cerrado ya que nadie se hace responsable». «Necesitamos alumnos becados o personal externo que se encargue», añaden.
Por otra parte, «hace años teníamos la suerte de tener un espacio exclusivo para un plotter (impresora de gran formato) con alumnos que se encargaban de este. Pero ante la falta de recursos para arreglar el plotter, esta sala se encuentra en desuso y los estudiantes no tenemos acceso a ningún plotter en la facultad, teniendo que recurrir a la copistería general del campus». Además, según detalla el comunicado, «tenemos un microondas pero no ninguna sala para ponerle y comer» aunque «la facultad tiene salas libres que se alquilan a personas ajenas al campus».