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Llaman a poner 'domassos' en los balcones de Reus y «pedir protección» a Misericordia

Grupos de devotos hacen correr un mensaje que evoca el episodio religioso del fin de la peste en Reus

Uno de los 'domassos' que cuelgan de una vivienda en torno a la calle Pròsper de Bofarull.

Llaman a poner colgaduras en los balcones de Reus y «pedir protección» a MisericordiaOlívia Molet

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En algunos balcones y ventanas de Reus se pueden ver, desde hace unos días, domassos de la Virgen de Misericordia. El responsable de la Parroquia de Sant Joan Baptista, mosén Pere Dalmau, explica que «hay un grupo de devotos que, pensando que la Virgen de Misericordia se apareció en un momento de peste, les ha parecido bien recuperar los domassos» y detalla que, aunque la idea no surge de la Iglesia, «sí que parte de un conjunto de gente cristiana» y «veo que ha habido quien se ha sumado». El mensaje que corre por redes y Whatsapp invita a que «pongamos el domàs en el balcón, pidiendo la protección de la Virgen de Misericordia» ante la propagación del coronavirus.

Mossèn Dalmau valora que la iniciativa «es un signo bonito, una manera de hacer una plegaria o una manifestación pública» en tiempo de confinamiento. Las banderas cuelgan en pisos de la calle Ample, la plaza de la Llibertat o en Pròsper de Bofarull, entre muchos otros. Una de las vecinas que luce una en el balcón de su casa concretaba ayer que «nos han dicho que colocamos la bandera porque nos ayudará a pasar la pandemia como ya sucedió con la peste». La tradición religiosa recoge que la patrona de Reus, la Virgen de Misericordia, se apareció en 1592 y salvó la ciudad de la epidemia de la peste. A este relato se encomienda la población que recupera el domàs.

«En Reus, siempre se han exteriorizado las plegarias a la Virgen de Misericordia y, de hecho, el 25 de septiembre por Fiesta Mayor y el 25 de cada mes, se recuerda» a la patrona, explica el prior de la Prioral de Sant Pere, Mosén Joan Antoni Cedó, que dice que «muchas familias están proyectando la confianza en la Virgen poniendo los domassos en los balcones». El prior apunta que «desde algunas parroquias se ha invitado a hacerlo». En estos días en que no hay misses presenciales, «el Santuario está abierto y algunas iglesias, también aunque cumpliendo siempre la ley», añade, y dice que «lo que no queremos nunca es favorecer que la gente salga de casa» y «aconsejamos participar en la eucaristía por Youtube». «De la misma manera que se sale al balcón para aplaudir, los domassos sirven para mostrar el deseo de que las cosas vayan mejor, la confianza en la intercesión de la Virgen», apunta el prior, que sostiene que «nuestra ciudad no se priva nunca de exteriorizar lo que siente y es una manera de pensar y expresar, a través de Misericordia, que el mundo puede ir mejor». El Arzobispo de Tarragona hizo llegar el lunes a los mosenes una carta donde les pide que ciuden de los más débiles «en estos días de dolorosa prueba».

Iniciativa en Tortosa

En Tortosa, la Real Archicofradía de la Cinta ha animado a todos los ciudadanos a que cuelguen los domassos de la patrona de la ciudad en sus balcones, «como señal de plegaria por los efectos del coronavirus». Esta acción se hace tradicionalmente durante la fiesta mayor, a principios de septiembre, y también el día la Bajada de la virgen, el 25 de marzo. Proponen que sea una muestra de apoyo a las personas enfermas o afectadas por el virus y de agradecimiento a todos los profesionales y voluntarios que velan para ayudar las personas más necesitadas durante el decreto de alarma. También se invita a cantar el himno de la Cinta cuando la gente salga a los balcones a aplaudir los sanitarios.

También desde el Arzobispado de Tarragona han puesto en marcha una iniciativa para publicar, cada día mientras dure el confinamiento, una plegaria a la Virgen, como si se tratara de una visita espiritual en un santuario o en una ermita de la archidiócesis. Las plegarias se publicarán en la web del Arzobispado.

La Semana Santa está pendiente

Por otra parte, y en lo que se refiere a la Semana Santa de Reus, el presidente de la Agrupación de Asociaciones de Semana Santa, Josep Domene, concreta que «hemos suspendido la actividad durante quince días y, cuando pase este tiempo, las entidades que organizan las diferentes procesiones, previendo cómo estará la situación, decidirán si se continúa adelante o no».

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