Reus habilitará hoteles para alojar convalecientes y profesionales aislados

El Hospital Sant Joan de Reus «es un equipamiento muy grande que permite dar cabida a mucha gente» y «su capacidad todavía puede crecer más, si la situación se complicara, implementando otras medidas del plan de contingencia». Por eso, «la previsión, por el dimensionado que puede llegar a tomar el centro y para facilitar la tarea del personal sanitario, es poder atender allí a todos los pacientes» afectados por coronavirus, tal como explicaba ayer el concejal de Salud, Òscar Subirats. Ahora bien, la Región Sanitaria también trabaja, de la mano del Ayuntamiento, en «el modelo de Hoteles Salut, que hace dos fines de semana que se aplica en Barcelona y que confío en que muy pronto pueda estar en marcha en Reus», añadía Subirats, que decía que «eso permitirá que, en toda la parte de convalecencia, una vez el paciente es dado de alta pero todavía requiere unos quince días por dejar de ser transmisor, se puedan utilizar los establecimientos hoteleros de la ciudad para pasar este periodo». Los hoteles proporcionarían, igualmente, todo «un servicio a todos los profesionales en los casos en que tienen que mantener la cuarentena y el aislamiento, para no poner en riesgo sus familias y su entorno».

Tanto el consistorio reusense como la dirección del Hospital Sant Joan de Reus acompañan en esta planificación en el Departamentde Salut, que es quien la lidera y quien «se está haciendo cargo del montaje de los equipamientos a partir de los servicios». El concejal de Salut apuntaba ayer que «se está hablando con diferentes hoteles» de la capital del Baix Camp sin estar en disposición de avanzar con qué número de plazas se pretende contar ni cuáles serán, en concreto, los hoteles que se presten a esta labor.

A su vez, fuentes de Salut consultadas precisaban que se está hablando con hoteles con el fin de poder concretar el planteamiento, el cual se aplicará siempre que sea necesario. La Federación Empresarial de Hostelería y Turismo de la Provincia de Tarragona (FEHT) emitió hace pocos días un comunicado donde detallaba que «hay establecimientos que ofrecen servicios esenciales para alojar al personal de servicios básicos y transportistas, y otros alojarán a pacientes o personas mayores».

Garantías para los usuarios de edad

En paralelo, el Sant Joan realizó ayer a lo largo de toda la mañana el traslado de cerca de 40 pacientes, el total de su planta de sociosanitario, hacia instalaciones del CMQ, que «se ha convertido en auxiliar para ofrecer tareas de apoyo y que el Hospital quedara liberado al máximo de actividad ordinaria y se pudiera centrar exclusivamente al atender todos los positivos» de Covid-19. En el dispositivo participaron dos ambulancias coordinadas con agentes del cuerpo de la Guardia Urbana de Reus. Los usuarios fueron desplazados hasta la calle Gaudí por parejas. La reubicación «permitirá dos cosas: el paciente del sociosanitario, que acostumbra a ser de edad adelantada, se mueve a otro centro con más garantías para separarlo de cualquier foco de infección y, al mismo tiempo, se vacían ciertos espacios del Hospital que harán un servicio directo a medida que avance la evolución» de la pandemia.

Además, «desde el jueves, el CMQ ha desprogramado toda su actividad quirúrgica a la planta que gestiona dentro del Hospital Sant Joan y, ahora, está en pleno funcionamiento y rendimiento realizando toda la actividad quirúrgica ordinaria del Hospital». Las urgencias del CMQ también han cerrado y sus profesionales «se trasladan hacia el Hospital Sant Joan para seguir dando atención allí y que el equipo de urgencias del Hospital se pueda centrar en todos los casos de Covid-19 que vayan entrando». Por lo tanto, tal como explicaba Subirats, en la calle Gaudí «sólo quedan ahora dos actividades: la sociosanitaria, fruto de los pacientes que han llegado desde el Sant Joan, y todos los médicos de cabecera que atenderán aquellas mutuas públicas que funcionan mediante el sistema de mutuas, como MUFACE y otros».

Las dependencias del antiguo hospital donde se hacían trabajos en los últimos meses para ubicar parte de las funciones que ofrece el CMQ no entran en el mapa de equipamientos disponibles por el hecho que, al momento de declararse la emergencia sanitaria, estaban inmersas todavía en varios procesos de licitación para quedar plenamente terminados.

Crece la ocupación de la UCI

Subirats reiteraba ayer un «mensaje de confianza» en la capacidad del sistema sanitario para afrontar los retos que está planteando la pandemia y aseguraba que «en estos momentos hay todo un equipo de personas y profesionales que están trabajando muy intensamente para tener la mejor garantía de atención si alguien queda afectado». En los cinco días que, hasta ayer, habían pasado desde la última comparecencia pública del concejal de Salut, la ocupación en planta se ha triplicado en el Hospital Sant Joan y «en el caso de la UCI, ha subido un 25%». En este mismo periodo, «ha habido uno acumulado de seis personas difuntas», explicaba, y recordaba que «la mejor medida que podemos tomar sigue siendo mantenernos firmes en el confinamiento y seguir las pautas de prevención como respetar las distancias y lavarnos las manos». Según la actualización telemática de datos de la Generalitat, el Baix Camp contaba hasta ayer con 443 tests realizados, 69 de los cuales resultaron positivos. En el Priorat –que igualmente forma parte del área de influencia del Hospital Sant Joan de Reus–, los positivos eran dos en un total de 23 pruebas.

Las residencias tienen protocolos

Otro de los temas que preocupa el gobierno de Reus es el de la situación en las residencias de personas mayores. Sobre este ámbito, Subirats insistía ayer en que «existe un protocolo mucho marcado por el Departament de Salut, conjuntamente con el Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, de cuál tiene que ser el plan a ejecutar en caso de que aparezca algún positivo en una residencia».

«El protocolo marca que, si no es que el caso tome gravedad como para ir al Hospital, se tratará directamente en la residencia siempre cogiendo las medidas de aislamiento que corresponden al paciente y también las que corresponden a los profesionales que tienen que tener contacto», añadía Subirats, que decía que, en el caso de Reus, «no nos cuesta que haya habido ninguna mala praxis por parte de las residencias». «Sí que nos consta», decía, «la desazón por parte de las direcciones de centros». «Yno me queda ningún remedio más que repetir que se tienen que tomar todas las medidas de prevención para impedir que se propague la pandemia», concluía.