Laboral
«Me ofrecen trabajos pero cuando me piden el DNI, no tengo»
Entidades de la provincia firman la carta que reclama al Estado regularizar los migrantes por la Covid-19
Diferentes entidades de la demarcación de Tarragona se han unido a la carta colectiva dirigida al presidente del gobierno estatal, Pedro Sánchez, y que reclama la «regularización urgente, permanente y sin condiciones de todas las personas migrantes y refugiadas ante la emergencia sanitaria» por la Covid-19. La crisis del coronavirus, tal como lo entienden las organizaciones que firman la petición, deja al colectivo en un escenario de vulnerabilidad todavía más grave y «agrava sus condiciones de vida». La iniciativa ha reunido el apoyo de centenares de asociaciones.
Desde la Asociación Atzavara-Arrels de Tortosa, una de las entidades comprometidas con esta petición, explican que «hay gente que trabajaba sin papeles, cuidando de personas mayores o dedicándose a la limpieza, que ahora ha perdido su trabajo y que podría aportar mucho en el contexto actual pero que tiene dificultades para ser contratada porque está en situación irregular». Son personas «muy válidas pero que están sufriendo». A su vez, desde Reus Refugi, que también ha firmado la carta, apuntan que «en el estado de alarma, estas personas pueden tener miedo de salir a la calle y ser identificadas por la policía, y temer que eso acabe en una deportación» o también «pueden recelar, igualmente por miedo, de ir alCAPsi sienten que tienen un problema de salud porque no están equiparados en derechos a toda la sociedad, que es tal como realmente tendría que ser».
Mucho a aportar en la emergencia
Una persona migrada a la provincia, que prefiere no revelar su nombre ni la concreción de su lugar de residencia y que está todavía en vías de regularización de su situación, explica al DiariMés que «hasta diciembre voy trabajando cuidando de una persona mayor, que murió. Después, tuve algún trabajo por horas en este mismo ámbito pero se me acabó». Esta persona «era enfermera en el Perú y cuando vine ya fui consciente de que no podría trabajar de eso pero pienso que sí que podría ser muy útil, especialmente ahora que hacen falta cuidadores y personal de este tipo». «Busco trabajo casi desesperadamente y, a veces, me han llamado porque querían cogerme y me han dicho que me harían un contrato. Pero cuando me han pedido los datos personales y mi DNI para darme de alta, no tengo».
Ella lleva viviendo en la zona de Tarragona «casi un año y medio» y tiene «la suerte de que me empadroné sólo llegar aquí». Con todo, recuerda que «para obtener los papeles es necesario esperar tres años». Tiene por delante, pues, una espera de cerca de 18 meses. Su marido, que en el Perú ofrecía clases de conducir, también está desocupado. La pareja tiene al cargo dos hijos, afronta el pago de un alquiler por la vivienda donde vive y se pregunta «cómo nos lo haremos ahora para aguantar el año y medio que nos queda antes de poder obtener papeles y trabajar» mientras «con el coronavirus se está generando mucho trabajo en lugares donde sé que soy útil para echar una mano».
Desde Atzavara recuerdan que, a menudo, las personas refugiadas o migradas «sustentan a otros familiares que han quedado en el país de origen y que dependen también de los ingresos que les reporte tener trabajo». Reus Refugi apunta que ahora es «una excelente ocasión para potenciar su integración no como problema sino como parte de la solución, aceptando y valorando su capacidad de aportar energía creativa, esfuerzo y la misma solidaridad que esperamos ofrecerles».