En marcha el derribo de Hostes Potau, que se alargará tres meses

Las obras de derribo de Hostes Potau, en el número 13 de la calle del Vidre de Reus, se iniciaron hace ya algunas semanas y progresan estos días en el interior del inmueble. Fuentes de la empresa encargada de ejecutar la demolición, Profirex, detallan que «los trabajos están en marcha» y que la previsión es que los trabajos se alarguen durante «cerca de tres meses» hasta poder darlos del todo por completados.

El procedimiento que hay que seguir para tirar al suelo este edificio en concreto «no es de gran complejidad, será sencillo». De momento, las labores han empezado por «la retirada de todo el material que había dentro» de la construcción y, entre otras cuestiones, «se ha estado cortando el cableado» que tiene que desaparecer antes de que los trabajos pasen a llevarse a cabo en la parte exterior. El salto de la intervención en las fachadas se producirá «seguramente en un par de semanas» cuando «tendría que iniciarse lo que será el grueso de las obras como tal». La intención es que el solar donde se levanta todavía actualmente Hostes Potau pueda acabar quedando totalmente limpio. Las obras se realizan siguiendo las pertinentes medidas de seguridad derivadas del contexto que ha generado la emergencia sanitaria por la Covid-19.

El proyecto estaba en marcha desde el verano del pasado año 2019, cuando se empezó a mover la tramitación para obtener la correspondiente licencia municipal que posibilitara hacer el derribo. El edificio, sin embargo, hacía bastante tiempo que se encontraba en venta, con un número de teléfono estampado directamente sobre las paredes, y todavía no había encontrado comprador. Fuentes de la inmobiliaria que tenía en cartera Hostes Potau explicaban, en agosto, que la demolición se pondría en marcha una vez completadas estas gestiones. La desaparición del inmueble permitirá comercializar el terreno vacío.

Planta baja más tres

El edificio de Hostes Potau, que operó como hostal hasta hace algunos años, se encontraba considerablemente deteriorado, no resultaba habitable y acumulaba más de dos años disponible para cualquier comprador que se interesara. El conjunto se ofrecía semillas por cerca de 500.000 euros, con posibilidad de ajustar el precio a través de los gastos de derribo. En el solar sería posible, en principio, edificar un bloque de planta baja más tres. Derribar el antiguo hostal posiblemente permitiría cerrar una operación de venta del solar del 13 de la calle del Vidre a un precio superior que si quien lo compre tuviera que asumir, por su cuenta, la inversión que representa la entrada de las máquinas para tirar al suelo la deteriorada construcción.

Desde la misma inmobiliaria explicaban en verano que el espacio «está muy bien ubicado y mujer directamente en tres calles», que son la calle del Vidrie, la calle de Donotea y también la placita de las Argenteres. Y destacaban que, en los bajos del futuro edificio, «que podría tener tres pisos», se podría ubicar una tienda o un almacén.