Las galerías de arte abren puertas en las regiones en fase 1 con restricciones y exposiciones prorrogadas
El sector pone en marcha de nuevo la maquinaria después de dos meses de paro «total» por el confinamiento
En todos los casos tienen el aforo limitado a un tercio, y en el interior de los locales hace falta llevar mascarilla y mantener el distanciamiento –tanto con el resto de personas como con las obras de arte. Las restricciones de la desescalada, además, obligan a prorrogar las exposiciones ante la imposibilidad de inaugurar nuevas.
Estos casi dos meses de confinamiento han servido al propietario, Antoni Pinyol, para reflexionar sobre el futuro de la galería. El resultado ha sido un traspaso de la dirección –después de casi 30 años– a sus hijas, Isabel y Cristina. «La marcha más o menos lenta que ya llevaba el mundo cultural ahora con todo eso se ha paralizado, pero el hecho de disponer de más tiempo y ver las cosas con más perspectiva, nos ha permitido tomar esta determinación», explica Pinyol.
Una de las nuevas directoras, Isabel Pinyol, admite que la pandemia ha sido un golpe duro. «Las galerías dependemos de la gente que pasa por la calle, nos ve y entra, y eso lo hemos perdido durante estos dos meses», lamenta. Además, señala que la pandemia les obliga a reflexionar sobre el futuro del arte presencial. «Hemos visto que la prioridad tiene que ser seguir impulsando el proyecto de comercialización en formato digital que arrancamos en el 2003 porque puede ser la única manera de consumir arte, al menos hasta que no se encuentre la vacuna por la covid-19», apunta.
La galería se ha tenido que adaptar a las restricciones, que incluyen el uso de mascarilla, distanciamiento con el resto de personas y las obras expuestas, y un aforo limitado a un tercio. «La suerte de las galerías es que tampoco tienen muchas aglomeraciones», bromea Isabel Pinyol, quien añade que se irán adaptando a la normativa.
Programaciones alteradas
Otra galería de Reus que ha abierto puertas esta semana es la Sala Constantí Art, que también tiene como otras líneas de negocio la marquetería, la restauración de pintura y la venta de material relacionado con las Bellas Artes. «Han sido dos meses muy duros porque cierras totalmente la venta de cuadros. Mucha gente ha podido ver obra de arte online, pero hasta que no la voz d'aprop no cierra nunca ningún trato», constata al propietario del negocio, Antoni Constantí.
En su caso, por la doble realidad de galería y comercio han colocado un dispensador de gel hidroalcohólico en la entrada, y también tienen un aforo limitado. El lunes levantaron de nuevo la persiana y aseguran estar satisfechos con la reanudación. «Ya hemos vendido varias obras de arte importantes, y eso nos anima a luchar y a seguir adelante», celebra Antoni Constantí.
Después de haber superado el cierre, las restricciones del plan de desescalada serán ahora el principal obstáculo para recuperar la normalidad, sobre todo por las limitaciones de aforo y la imposibilidad de hacer inauguraciones durante las fases 1 y 2. «Hemos tenido que parar todo el proyecto de exposiciones pensado para este año, y ya hablaremos a principios del próximo», lamenta Constantí, quiénes recuerda que en las grandes exposiciones llegan a reunir a unas ochenta de personas entre las dos salas de que disponen.
En cambio, la galería Anquin's de Reus de momento sólo ofrece la opción de concertar una visita a la exposición Las luces de la memoria, de la reusense Coia Ibàñez Ferrater. La muestra, programada del 6 de marzo al 30 de abril, sólo se pudo visitar presencialmente durante una semana. A partir del próximo lunes, sin embargo, la galería volverá a abrir al público en un horario reducido y con medidas de higiene y seguridad.