Municipal
Reus todavía no multa los orines de perro en la calle y tampoco ir desnudo
Los cambios en la Ordenanza de Civismo acordados en el pleno de noviembre, algunos a instancias del TSJC, esperan la aprobación definitiva
Las modificaciones en la Ordenanza de Civismo inicialmente aprobadas en el pleno de noviembre todavía no han empezado a aplicarse. Los cambios a los que se dio luz verde incorporaban en la normativa la obligación de verter agua a las micciones de las mascotas en la vía pública y presentaban, de forma expresa, los vehículos de movilidad personal (VMP) como elementos que no pueden circular por las aceras. También respondían a una sentencia del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC), a raíz de una denuncia de la CUP, y reemplazaban la prohibición genérica de la mendicidad para afectar exclusivamente a la que se produce de manera «agresiva e insistente». A instancias del TSJC, concretaban la prohibición de ir «desnudo» por la calle en sustitución de la anterior, que se expresaba como «total o parcialmente desnudo».
En el periodo de exposición pública, parte de los artículos donde se habían acordado variaciones recibieron alegaciones. Bicicamp, que considera que «la vía arranca de regular la circulación de bicicletas patines, patinetes y VMP a través de la Ordenanza de Civismo genera más problemas que resuelve» y que «a corto plazo desincentiva el uso de esta modalidad» es una de las entidades que presentó alguna. Ahora, el gobierno acaba ya de resolverlas y trabaja para llevar el proceso al pleno de junio o el de julio. A la espera de que lo haga, no se ha producido ni la aprobación definitiva ni la entrada en vigor de los artículos reformulados.
La parálisis a raíz de la COVID-19
Fuentes municipales precisan que la emergencia sanitaria de la COVID-19 y la parálisis de los trámites han tenido una incidencia relevante en este aspecto. Durante el margen transcurrido desde la aprobación inicial, tal como apuntan las mismas fuentes, aquellos supuestos que se añadían para ampliar el redactado anterior –como los que prevén sanciones por no remojar los orines de perro o delimitan las posibilidades de los VMP- no han llegado a incorporarse. Por otra parte, cuando de lo que se trataba era de aplicar cambios en el documento previo –como en la mendicidad y la desnudez–, los artículos que se tenían que rectificar han quedado temporalmente suspendidos. Por eso, tal como precisan, el Ayuntamiento de Reus no se encontraría hoy en disposición de sancionar a quien no limpie los orines del perro en la vía pública, circule con un VMP por la acera, pida dinero o transite sin ropa.
Sobre los perros, el texto todavía vigente se ceñía a la regulación de las defecaciones en la vía pública y las micciones en las fachadas y mobiliario urbano pero no abordaba la cuestión de los orines fuera de aquí. El redactado final detallará que «en caso de que no se pueda evitar la micción de estos animales, se tendrá que limpiar inmediatamente con agua el espacio donde se ha producido». No realizar este gesto estará tipificado como infracción leve que implica hasta 600 euros. En la ciudad hay unos 16.000 perros que dejan, según datos del Ayuntamiento, 17,5 millones de micciones anuales. El uso del agua, sin embargo, se ha interiorizado entre los propietarios desde que se empezaran a poner en marcha campañas municipales en este sentido.
Con respecto a la mendicidad, la ordenanza especificará que «no se permite la mendicidad de forma agresiva, insistente o intrusiva hacia a los peatones, o bien que obstaculice el libre tráfico por las vías o espacios públicos, o que responda a una estructura organizada; tampoco se permite la mendicidad que se practique de forma directa o indirecta con menores o personas con discapacidad o acompañándose de estos, dentro del conjunto del término municipal». El nuevo punto sobre la regulación de ir desnudo por la vía pública prohibirá «ir desnudo o desnuda o con el torso totalmente desnudo por la vía pública o por los espacios públicos, excepto las piscinas y otros espacios donde esté expresamente autorizado». Las dos son infracciones leves.
Desde la CUP, impulsora de la denuncia en el TSJC que ha desencadenado algunos de los cambios, el concejal Edgar Fernández valora que «el gobierno tiene una Ordenanza de Civismo que habla de muchas cosas pero los propios concejales que lo tienen que aplicar asumen que no se aplica» y que «es tan sólo un documento para tenerlo y una herramienta para la Guardia Urbana».