Tradición
«Es extraño tocar y ver que los 'gegants' no salen a bailar»
Los Campaners anuncian un Corpus confinado
La pandemia de la COVID-19 ha obligado a confinar la práctica totalidad del programa del Corpus 2020. No los toques de campanas de los Campaners de Reus, al que la situación ha colocado en el centro de la festividad como artífices de unos de los pocos actos físicos. Ayer, a pesar de todo y con las medidas de seguridad pertinentes, se subieron al Campanarpara anunciar en la ciudad que es Corpus. «Es extraño ver que tocamos y que los gigantes no salen a bailar, y bajar del Campanary no oír la música», explica Anna Serrano, miembro de los Campaners de Reus, que apunta que «por la mañana, en el Toc de Festa, hemos encontrado que dos músicos en un terrado del CementiriVell tocaban la marcha y el valset de los 'Gegants', y ha parecido que nos acercábamos un poco a la normalidad».
La necesaria mascarilla aumenta la exigencia de la subida en el Campanary plantea nuevos retos: «Para hacer el Toc de Festa, jugamos mucho con la mirada, o con la persona que cuenta, y hacerlo así es difícil porque no nos vemos la cara. Lo resolvemos moviendo la cabeza o entendiéndonos de alguna otra forma», precisa Serrano. Ya a primera hora, «nos han dicho que nos han oído incluso desde una masía que está por los caminos hacia Castellvell, y nos ha hecho sentir bien». «Coses así gustan porque, quieras o no, siempre somos un poco enlos que la gente no piensa porque no se nos ve», añade la integrante de los Campaners de Reus, que dice que «al principio, incluso había quien se creía que el toque era automático; y ha estado muy bien que se note que también somos esenciales a la fiesta». A causa del virus, el colectivo, formado entre 20 y 30 personas, se ha repartido en «cinco campaneros para el Toc de Festa y ocho para Toc General».