Las residencias necesitaron 75.000 EPI por el primer golpe del virus

Entre el 19 de marzo y el 6 de abril, en las dos primeras semanas y media de la pandemia, el gobierno de la Generalitat entregó en residencias de la provincia de Tarragona 9.606 mascarillas quirúrgicas, cerca de 9.332 mascarillas FFP2, 44.200 guantes, 1.424 gafas, 7.307 batas, 598 geles de manos, 1.381 pantallas y 1.069 delantales. En total, proveyó de material una sesentena de residencias para personas de la tercera edad, viviendas tuteladas y centros de día de más de 30 municipios dentro de la provincia, tanto públicos como de gestión privada. Los equipos de protección individual (EPI) entregados en este periodo por el gobierno catalán se acercan a los 75.000. Las cifras evidencian la necesidad con que se encontraron unos equipamientos obligados a incorporar de golpe, entre sus funciones, la atención sanitaria y que tuvieron que responder a la crisis de la COVID-19 con medios escasos y grandes dificultades.

El flujo de distribución de material de la Generalitat cogió empuje a partir del 29 de marzo, con la entrega de los primeros elementos de protección para los trabajadores y los usuarios. Antes, se habían dado 2 kits al Hogar Residencia para Personas Mayores de Amposta y 4 en la Ballús de Valls, posteriormente intervenida por la Generalitat a raíz de un importante foco que obligó a relevar a la plantilla y dejó múltiples defunciones. Los elementos de protección se repartieron por oleadas: mientras que en un primer momento se hicieron entregas más masivas de mascarillas del tipo FFP2 y guantes –cerca de 27.000 entre el 29 y el 31 de marzo–, el paso de los días llevó a los centros para personas mayores más mascarillas de tipo quirúrgicas, gafas, batas, geles, pantallas y delantales.

Los datos los ha facilitado el Departamento de Salud en la respuesta a una pregunta formulada por el grupo parlamentario del PPC y que pedía conocer «si el gobierno ha destinado equipos de protección individual en las residencias, viviendas tuteladas y centros de día de personas mayores para proteger a los trabajadores delante del COVID-19». Salud se hizo con las riendas de los equipamientos para personas de la tercera edad el 11 de abril, cuando la proliferación de casos en este ámbito especialmente vulnerable al virus forzó una intervención sanitaria. Hasta entonces, permanecían en manos del Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias que lidera el conseller Chakir el Homrani. En el momento de producirse el traspaso, habían muerto en Cataluña 1.123 usuarios de residencias.

En la misma respuesta al Parlamento, Salud detalla que «a fin de que las residencias y las hogares-residencias de personas mayores dispusieran del material necesario para proteger a los profesionales y usuarios, y así evitar también la propagación del virus, se han ido llevando a cabo de forma constante entregas de material». Con todo, Salud no aporta datos más allá del 8 de abril, sin que ni el día 6 ni el 7 llegara material a centros de Tarragona.

El PPC también pregunta «sobre los motivos por los cuales el Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias ha impedido a la Unidad Militar de Emergencias la desinfección de las residencias». En este caso preciso es Asuntos Sociales quien responde y sostiene que «el Departamento cuenta con un servicio de desinfecciones mediante empresas habilitadas y contratadas al efecto» y que «de acuerdo con el principio de subsidiariedad, el centro residencial o la administración local donde estuviera la residencia podía hacer la desinfección por su cuenta».

Personas con discapacidad

Salud también ha detallado, igualmente, en el Parlamento, el material que se hizo llegar a las residencias y hogares-residencia de personas con discapacidad. En este caas, y según los mismos datos, fueron 646 mascarillas quirúrgicas, 459 mascarillas FFP2, 42 gafas, 269 batas, 220 pantallas, 15 delantales y 16 geles. En global, cerca de 1.700 EPI desde el inicio del episodio hasta el día 8 de abril.