Comercio
A favor de recuperar la alegría de los cohetes
Raül Rubio regenta desde hace doce años la tienda de petardos del Estanco del Camino de Tarragona, en Reus
Con el fin del estado de alarma decretado por el Gobierno central, la verbena de Sant Joan será la primera fiesta que se podrá celebrar de manera tradicional, aunque con algunas restricciones tanto con respecto al número de personas reunidas como para el uso del espacio público. En este contexto, las tiendas de venta de petardos han abierto con la esperanza de que las ventas pespunteen después de las previsiones de días atrás.
Así lo explica Raül Rubio, propietario de la tienda de cohetes del Estanco del Camino de Tarragona, en Reus, quien apunta que las compras se mantienen, pero no tanto el volumen de producto consumido: «En el Estanco vemos que hay ganas de comprar petardos y cohetes, pero por una parte están las dudas de saber si después se podrán tirar. Y, sobre todo, hay un problema económico: con todo lo que hemos pasado, hay mucha gente que no tiene tanto dinero para gastar». Así, constata al comerciante, este año los clientes piden lotes más pequeños. Explica que en su establecimiento hace un par de años que no suben precios, pero sin embargo «la gente no hace compras alegres». Con respecto a los artículos con más salida, «el producto estrella es y sigue siendo la bombeta», detalla Rubio. En cuanto a los petardos, explica que este año se están vendiendo más los lotes, pero «de pequeño formato, los que valen de 16 a 20 euros», mientras que los mayores, que tienen un poco de todo, «no están saliendo como en años anteriores».
«Tengo la sensación que este año la fiesta no será como antes. La gente que se encontraba en la playa, por ejemplo, acostumbraba a hacer pequeñas competiciones para ver qué llevaba cada uno y quien tiraba más, pero que pienso que este año no se le dará tanta importancia al cohete, sino al hecho de poder reencontrarse con los amigos o la familia», prevé al comerciante. Para él, otra señal de alerta es que no se oyen demasiados petardos por las calles los días previos a la verbena, todo y que, añade, este es un hecho que asegura observar desde hace ya dos o tres años.
En la tienda del Camino de Tarragona abren del 15 al 30 de junio, pero Rubio ya cuenta con que para Sant Pere la venta será pequeña: «Cuando mis clientes vienen a comprar ahora por Sant Joan, ya hacen el gasto pensando que, si sobra alguna cosa, ya la tendrán para Sant Pere».
Rubio tiene la tienda desde hace doce años, cuando compró el negocio que ya estaba en marcha y que había funcionado durante muchos años antes. De aquí, explica, que entre sus clientes haya familias que han pasado generaciones, con padres que habían comprado de pequeños y ahora van con los hijos. Así o todo, el comerciante explica que venden mucho entre los vecinos del barrio, pero que también les viene gente «de más arriba», porque tienen fama de tener buenos precios.
«Yo animo a todo el mundo a que compren petardos, pero sin forzarlo, porque sabemos que hay mucha gente que, económicamente, no lo está pasando bien. Que cada uno haga el gasto que pueda, pero sobre todo que lo celebren con la familia y que todos tengamos salud», concluye.