Periodista y pregonera de Sant Pere
Sant Pere
«La precariedad perjudica la información y eso afecta a la ciudadanía y la democracia»
La presidenta del Col·legi de Periodistes reivindica, en el altavoz de la Fiesta Mayor, una profesión que es «vital» pero que «hace años que no lo está pasando bien»
Coia Ballesté (Reus, 1967) es presidenta del Col·legide Periodistes de Tarragona, vicedecana del de Cataluña y delegada de la CorporacióCatalana de MitjansAudiovisuals en Tarragona y en el Ebro. Una de las características de su trayectoria profesional es que se especializó en información olímpica, lo quela llevó a cubrir los Juegos Olímpicos de Barcelona, los Juegos de Atlanta y también los Juegos de Sidney.
—¿Qué supone ser la pregonera de Sant Pere?
—Realmente es un honor muy, muy grande. Es de las cosas más intensas que te pueden proponer. En este caso, es la ciudad de toda mi vida. Y no sólo mi ciudad, sino también la de mis padres, la de mis abuelos y la de mis amigos. Es una ciudad atada a todos los recuerdos de infancia. De hecho, cuando me lo plantearon, me emocioné.
—¿Se esperaba que le llegara una propuesta así?
—No, no, para nada, nunca. Cuando me llamó el alcalde, estaba en una reunión del Col·legide Periodistes. Estábamos en Fase 2 y estaba tomando mi primer café en la desescalada. Era un número sin identificar. En el teléfono, la voz me sonaba pero yo estaba en un bar, no se oía y me dice: «¿Me reconoces?». Poco me lo esperaba, y me encanta.
—Y respondió «sí».
—Del todo. El único motivo para decir que no, en este caso, es si tú estarás a la altura del pregón que se merece la ciudad.
—Siempre se dice que hacer el pregón de la Fiesta Mayor es lo mejor que le puede pasar a un reusense enla vida.
—Sí que lo es. Pordecir una burrada, a uno le pueden proponer hacer el parlamento, no lo sé, del Premio Nobel. Me sentiría presionada, pero no me tocarían tan a dentro como esto, que es la evolución de mi familia y mis antepasados. Sus esfuerzos, sus luchas enla vida, las ilusiones, sus alegrías.
—¿Por qué cree que lahan escogido a usted?
—Este ha sido un año importante para los periodistas. Nosotros hemos cumplido nuestra obligación, que es informar y estar al pie del cañón. No hemos tenido aplausos en los balcones, y no es que los pida. Hay muchas profesiones que se han esforzado. Pero los periodistas también lo hemos hecho. Recuerdo haber ido a trabajar días en que las calles estaban en silencio. Impresionabaporque no había nadie, oías tus pisadas y lo hacías con todo el peso de la sociedad porque tú tenías que testimoniar qué estaba pasando y hacer llegar a la gente la información que necesitaba. Eso reconoce el trabajo de los periodistas. Y me pone contenta. Ostras, es que nos esforzamos mucho, y hace unos años que no lo estamos pasando bien. Como muchas profesiones, sí, pero yo defiendo la mía, y es importante.
—Hace tres años, esta tarea recayó precisamente en Montse Llussà y en el 2018 el pregonero fue el también periodista Xavier Graset.
—Con Xavi compartimos empresa, la CorporacióCatalana de Mitjans Audiovisuals. En cuanto lo supo me envió un mensaje. Yo recuerdo su pregón, que lo escuché y estuve muy atenta. Al acabar, le envié unos comentarios felicitándolo. El suyo, el de Montse Llussà, el de Neus Bonet –el año 2007– me hicieron ilusión porque son periodistas de referencia.
—¿Cuál es su primer recuerdo ligado a estas fechas?
—En mi casa no había mucho dinero y mi madre nos compraba un vestido para estrenarlo para la Fiesta Mayor. Mi hermana y yo íbamos iguales y mi hermano, con pantalones cortos. Recuerdo el esfuerzo de la familia.
—Le ha tocado un Sant Pere extraño, donde pronunciará el pregón con poca gente en el salón y retransmisión online a raíz de la COVID-19.
—Habrá muy poca gente para respetar la distancia por el coronavirus. Sí que será extraño. Pero, de la misma manera que es un año atípico, también me parece un año muy especial para hacerlo. Es un año que a la gente de la ciudad que ha sufrido mucho se le tiene que hacer un reconocimiento. Un año difícil y una fiesta complicada. Y hacerlo, a mí me honra. Se tiene que estar cuando se está bien y cuando no. Se tiene que estar siempre.
—Será, también, una Fiesta Mayor insólita donde no podrá encender laTronada.
—Esta es la única pega. Reclamo a partir de ya que la ciudad, por favor, me deje encender una Tronada, que son un gran sueño de reusense (ríe).
—Como presidenta del Col·legide Periodistes, ¿piensa que es un momento donde se tiene que reivindicar la profesión?
—Sí. Luchamos para mejorar la profesión tanto como podamos. Y tenemos que aprovechar todos los altavoces para hacer llegar a la población cómo nos sentimos, cómo lo vivimos todo, quépodemos hacer más, cómo lo vemos... Al final, si hago el pregón, es porque soy periodista.
—¿Y en qué momento está, ahora el periodismo? ¿El virus ha empeorado el sector?
—Yo soy una persona muy optimista, pero tenemos muchas dificultades. Ya teníamos muchas que arrastrábamos de la crisis anterior. La comunicación digital nos ha ayudado en muchos aspectos pero en otros nos ha hecho mucho daño porque ahora parece que cualquiera es periodista. En los atentados de Cambrils, por ejemplo, o en las grandes noticias, la gente ha identificado donde tenía que ir a informarse. Cuando uno necesita información de verdad, va a los medios de confianza. Otra cuestión son las fake news, donde incluso nosotros caemos. Y el gran problema es la precariedad. Si los medios tienen personas trabajando con una compensación económica muy baja, y ni siquiera los tratan bien ni hay una correa de transmisión con los veteranos, la información pierde calidad. Si trabajo las 24 horas del día, por mucho que sepa, estaré muy cansada. La precariedad de los medios perjudica la información, y eso perjudica la ciudadanía y la democracia. Un periodismo libre es vital para salir adelante o socialmente no saldremos adelante.
—Fue pionera como mujer al especializarse en información deportiva, olímpica.
—De lo que estoy más orgullosa es de haber hecho todos los papeles del auca. He trabajado de madrugadas, de fin de semana, endeportes, enlos informativos, enprogramas, enTarragona, en Barcelona... Y sí, empezar con deportes no era como ahora. Había muy pocas mujeres y era bastante dificultoso, y lo que tiraba era una chica para hacer bonito. Es cuestión de empujar, unos en una dirección y otros en otra.
—En su trayectoria, ha viajado por todo el mundo. ¿Hasta dónde ha llevado el nombre de Reus?
—¡Hasta el infinito! Además, mi nombre, Coia, ya se presta y es motivo para hablar de Reus. La gente enseguida pregunta y yo tengo la explicación en diferentes versiones, dependiendo del tiempo que tenga y de como de bien me caiga el interlocutor. Es una gran carta de presentación, me encanta llamarme así y la prueba es que mi hija se llama igual. Mucha gente conoce la ciudad y, si no, se loexplico. Acostumbro a decir que yo podría vivir en cualquier lugar del mundo, pero siempre volviendo a Reus.
—Como reusense, ¿cómo ve ahora la ciudad?
—Es una ciudad acogedora y que puede sacar pecho del asociacionismo. Y una de las cosas que más me gusta es su gente y como se mueve, tiene un aire especial. He rodado mucho por el mundo y casi en todas parteme he encontrado a alguien de Reus. Estamos entodos los lugares. Será el viento, el amor que nos pasamos de generación en generación, pero Reus tiene algoque no hay en otras ciudades.
—¿Qué diría a la ciudadanía que lamenta un Sant Pere confinado?
—Yo me quito el sombrero delante de la gente de Reus, que ha hecho un confinamiento de 10. Soy la primera que querría encender la Tronada (ríe) pero pienso que es más responsable no hacerla. ¿Vale la pena el riesgo de tener que encerrarnos después? Si lo pongo en la balanza, a pesar del dolor, veo que no.