Sant Pere
Punto final a una Festa Major «extraña» y con celebraciones «espontáneas»
El concejal de Cultura, Daniel Recasens, defiende que «hemos intentado mantener todo el que se podía desde un grado de responsabilidad propia del servicio público»
La Festa Major de Sant Pere 2020, probablemente, la más atípica de todas las ediciones, ha llegado a su fin con unos truenos aéreos en el barrio del Carme que se ha encendido cuando el busto del relicario de Sant Pere se ha parado en las puertas de la Prioral donde se ha realizado el solemne oficio concelebrado y una professó por la nave central. Con todo, los actos de hoy el lunes se han cerrado con la iluminación del Campanary el Ball de Gralles amb Canya d’Or, también arriba del Campanar.
Para el concejal de Cultura en el Ayuntamiento de Reus, Daniel Recasens, este Sant Pere ha dejado una sensación «muy extraña», «nada natural». «Creo que lo que nos habíamos propuesto, que era poder dibujar un Sant Pere que permitiera tener unas determinadas actividades, unos mínimos, lo hemos conseguido», detalla Recasens aDiariMés, aunque añade que «eso no hace que tengamos un Sant Pere como es debido, la sensación no deja de ser de una cierta tristeza». Un sentimiento que ha sido marcado por este distanciamiento de los reusenses de los actos celebrados, ya que «no hemos querido poner la ciudadanía como espectadores, sino como participantes, pero teniendo en cuenta que no ha habido aquellos actos que son especialmente participativos, ha habido un poco de separación», argumenta Recasens.
Algunos reusenses se han cuestionado si desde el consistorio se ha trabajado bien la propuesta de la Festa Major, pero el concejal de Cultura se muestra explica que «el programa que nosotros dibujamos es aquel que es factible y posible en términos de responsabilidad», y añade que «una Festa Major no se improvisa, lo que tocaba hacer y no se ha hecho es porque no se podía. Las terrazas se ven como se ven y las sensaciones son las que son, pero es el dibujo de programa que tocaba, aunque sabe mal».
«No hemos querido prohibir nada»
El día de Sant Pere ha empezado con la Guardia Urbana parando un grupo de gralleros que se habían dispuesto a realizar las tradicionales madrugadas, aunque al programa, estas estaban previstas que se hicieran, sólo, desde el Campanar. El grupo, una docena de músicos, ha decidido ir a la calle, como es tradición y respetando las distancias de seguridad, para hacer las madrugadas, pero en la calle Monterols se han tropezado consigo con una patrulla de la Guardia Urbana que los ha obligado a parar.
Tanto el alcalde, Carles Pellicer, como|cómo el concejal de Cultura, Daniel Recasens, se han puesto en contacto con los gralleros para lamentar los hechos e invitarlos a seguir con las madrugadas, según apuntaban desde el consistorio. Ningún al mediodía, los gralleros han tocado en la plaza del Mercadaldonde diferentes entidades se han reunido para hacer los tradicionales bailes de Sant Pere, todo y que en esta ocasión sin ningún elemento del Seguici Festiu y vestidos de calle.
Sobre estos hechos, Recasens dice que «es algo que al final todos echamos de menos y a cada uno, por su parte, lo ha puesto sobre la mesa de una manera u otra, con celebraciones espontáneas.» «Nosotros no hemos querido prohibir nada, al contrario, hemos intentado mantener todo el que se podía desde un grado de responsabilidad propia del servicio público», defiende al concejal de Cultura, quien añade que no han encontrado ningún inconveniente en «aquellos que han querido hacer más, si lo han hecho con responsabilidad y solidaridad con otros elementos o colectivos del seguici». Sobre unos truenos que han hecho romper este por la mañana en el Mercadal, Recasens dice que «desde el servicio público no podemos organizar un acto en el cual las personas se agrupan como lo han hecho, al menos desde la responsabilidad pública.»
Los únicos truenos
Al punto de las 18.30 h. se ha iniciado el solemne oficio concelebrado en la Prioral, presidido por el arzobispo Joan Planellas, en un templo que, para cumplir la distancia de seguridad, estaba lejos de fregar el pleno, aunque ha contado con más asistentes que el día anterior. Una vez celebrado el solemne oficio, el busto relicario de Sant Pere ha iniciado la professó por la nave central de la Prioral, hasta llegar a la puerta. Una vez allí, se han dejado sentir los primeros y únicos truenos oficiales de esta Festa Major, unos truenos aéreos que se han iniciado en el barrio del Carme y que ha puesto el punto final a esta celebración de Sant Pere 2020 tanto «extraña» y con celebraciones «espontáneas».