Un edificio vacío se ha hundido la madrugada de este domingo, 19 de julio, en el barrio de Carme de Reus. Se trata, en detalle, del número 24 de la calle Sant Esteve. El aviso lo recibieron Bomberos de la Generalitat a las 3.41 h. y hasta el lugar se desplazaron dos dotaciones que limpiaron parte de los escombros. Acompañados del arquitecto municipal, Bombers revisaron también la situación de los bloques adyacentes, donde concluyeron que no se han producido daños estructurales. Los vecinos del entorno, por lo tanto, no tuvieron que ser desalojados de su casa. El derrumbe sí que provocó el corte|trozo del suministro eléctrico en la calle, donde hoy por la mañana ya se había recuperado la luz. El bloque que ha caído era de tres plantas y disponía también de un local, estaba deshabitado desde tiempo atrás y en mal estado. Bombers detallan que no ha habido ninguna víctima ni ninguna persona herida por los hechos, que también movilizaron policía y una ambulancia del SEM. Los escombros desprendidos del bloque, con todo, han ocupado la calzada y ambas aceras de la calle, y ha reventado el portal del edificio de delante. La puerta estaba, todavía hoy al mediodía, completamente destrozada.
Se da la circunstancia que, en el número 24, el Ayuntamiento de Reus llevaba a cabo desde la semana pasada trabajos de demolición. La ejecución se habría completado casi íntegramente el viernes en el interior del inmueble y la presión de los escombros habría forzado la caída de la fachada principal y la lateral, que eran las únicas partes que quedaban de pie hasta ahora. El 24 de la calle Sant Esteve estaba tapiado porque había alojado anteriormente ocupas problemáticos. Se ubicaba al lado del solar que tendría que acoger la ampliación del Orfeón Reusense. El proyecto de demolición que guiaba las obras que ahora se llevaban a cabo detallaba que «los trabajos se realizarán con mucho cuidado a fin de que no afecten a las edificaciones vecinas» y que, en general, las obras se llevarían a cabo «con medios manuales». El bloque figuraba en el catálogo de cerca de 120 inmuebles elaborado por la Asociación de Vecinos La Armonía del Carme y que inventariaba los edificios donde la misma entidad había detectado cierto grado de degradación, y por eso se estaba derribando.
«El ruido nos sacó de la cama a todos»
El hundimiento, en plena madrugada, supuso un gran susto para los vecinos de la calle. Uno de ellos explicaba este mediodía que «sentimos una vez muy fuerte que nos despertó y enseguida pensamos que habría estado por las obras» y precisaba que «nos quedamos sin luz pero ahora ya tenemos». Otro apuntaba que «el golpe nos sacó de la cama a todos y la gente salió al balcón a observar el cual pasaba». Algunos valoraban que «el derribo se tendría que haber hecho de golpe, y no dejando las fachadas, y no habría pasado eso». Consultado por la situación, el presidente de la Asociación de Vecinos La Armonía del Carme, Josep Machado, pedía «que las obras se lleve a término con la máxima seguridad posible». Operaris trabajaban hoy, con maquinaria y a mano, para retirar los escombros de la calzada y de las aceras. Será a partir de mañana, el lunes 20 de julio, que los trabajos de demolición prosigan, con la previsión que queden terminados durante la próxima semana. El Ayuntamiento también ha proyectado la demolición de al menos otro edificio en el barrio, el número 27 de la calle Sant Llorenç, que había sido anteriormente un jardín de infancia y se encuentra ahora en estado ruinoso.