«Quiero que la gente reflexione, dar una bofetada y decir: 'Mirad hacia donde estamos yendo'»

—Esta es su segunda novela. ¿Por qué en esta ocasión ha optado por el género de la distopía?

—Si la utopía nos retrata a una sociedad perfecta, la distopía es todo el contrario, describe un futuro de pesadilla, a la sociedad que no querríamos. Eso permite criticar aspectos de la sociedad actual y exagerarlos proyectándolos al futuro. Es una literatura útil, porque sirve para que la gente tenga en cuenta estos aspectos que no nos gustan y que pueden empeorar nuestro futuro.

—¿Donde se sitúa la acción?

—Estamos en una Unión Europea donde domina un régimen teocrático y manda una ciberreligión, el azraelisme, que mezcla los rasgos de una religión tradicional con los avances tecnológicos del momento. Cuando por ejemplo se castiga alguien o se hace una plegaria colectiva, la gente siente descargas de placer o de odio a través del media.

—¿Qué es el media?

— Sería tener el teléfono, el ordenador y la televisión, muy unido, dentro del cerebro. La gente está tan enganchada al móvil que habrá un momento que lo tendrá dentro de la cabeza. Cuando eso pase, será más fácil manipularla y radicalizarla. En mi novela la ciberreligión manipula más que la religión tradicional justamente porque utiliza el apoyo del media.

—En el epílogo explica que quería mostrar el lado más oscuro del ser humano. ¿Cuál es?

—El fanatismo, la intransigencia, el machismo, el clasismo, el racismo... en general, todo lo que implica odio de un ser humano hacíaotro. Por eso el libro se titulaHumanofobia . Muestro este lado oscuro porque es una distopía. 1984 , Los juegos del hambre o El cuento de la criada , que también lo son, no son cantos al optimismo, precisamente. Pero tengo que decir que no todas las novelas que escribo son tan oscuras.

—Avisa de que puede ser una novela indigesta para mucha gente convencional, de derechas y de izquierdas.

—Sí, pero quiero que la gente reflexione. Es como clavar una bofetaday decir: Mirad hacia donde estamos tirando. Eso no puede seguir así .

—También habla de la Covid-19 como un primer experimento para exterminar la humanidad.

—Sí, la cuestión de los virus la escribí el año 2019 con el primer borrador. Ahora con la Covid añadí un par de párrafos. La pandemia ha hecho surgir la hermandad y la solidaridad, pero también hemos sido más controlados por los gobiernos y las empresas.

—En su libro el objetivo final de las élites es conseguir la transhumanidad. Este es un concepto que también utiliza Eudald Carbonell, en términos evolutivos.

—El transhumanismo sería bueno si se aplicara a toda la humanidad de manera justa y equitativa. En mi distopía lo presento en su parte más oscura: las élites millonarias son jóvenes durante 500 años y tienen hijos más inteligentes y sanos, pero la gran mayoría de la humanidad se queda al margen. Eso es lo que me da miedo, que acabe siendo sólo el privilegio de una pequeña élite.