Reus traspasa el Hospital al CatSalut con el «no» del PSC y abstención cupaire

La Junta General de Reus Servicios Municipales (RSM) y el pleno, en sesión urgente y extraordinaria, ratificaron ayer la cesión gratuita del edificio del Hospital Sant Joan de Reus a la Generalitat y la asunción, por parte de la nueva entidad de derecho público (EDP) del CatSalut Salud Sant Joan de Reus-Baix Camp, de los préstamos vinculados a su construcción. Los cuatro puntos del orden del día los sacó adelante el gobierno municipal (Junts per Reus, ERC, Ara Reus) con el único apoyo de Cs, el «no» del PSC y la abstención de la CUP. Realizado el trámite, la elevación de todo en escritura pública ha puesto fin, cuatro años después, al proceso de traspasodel Sant Joan a la Generalitat. El lunes pasado, el Ayuntamiento y la Generalitat habían formalizado ya la compraventa de la sociedad Hospital como tal.

El concejal de Salut de Reus, Òscar Subirats, destacaba ayer en el debate previo a las votaciones que el acuerdo posteriormente tomado«garantiza la subrogación de los trabajadores, nuevas oportunidades para la carrera profesional, mantiene la cartera de servicios y pone las bases para hacer posible su ampliación en beneficio de la ciudadanía, asegura la presencia de la investigacióny la universidad, y despliega una visión de la atención sanitaria en red al conjunto del Campde Tarragona». Y recordaba que «no se trata de cuestiones menores» ya que «estamos hablando de una empresa hasta ahora municipal con más de 1.000 empleados, con un presupuesto de hasta 140 millones de euros el año y un centro de referencia enCatalunya que ofrece servicio a 200.000 personas». Subirats quiso subrayar la «gran complejidad» de las negociaciones e insistió que «el éxito no es del concejal de Salud, ni de ERC ni del gobierno municipal de la ciudad, sino del pleno municipal: somos todos los concejales quieneshoy aprobamos el traspaso de la gobernanza del Hospital aCatSalut y los acuerdos tomados son de todos y de todas».

«No nos sentimos partícipes»

Una afirmación, esta última, de la cual tanto los socialistas como los cupaires quisieron desmarcarse, asegurando que «no nos sentimos partícipes, creemos que el CatSalut ha impuesto sus normas» y que «ERC se postula como la vozdel consenso en la ciudad pero no lo es», tal como precisaban los portavoces Andreu Martín (PSC) y Marta Llorens (CUP). Al frente del grupo municipal de Cs, el único que dio apoyo ayer al gobierno en sus planes, Débora García apuntaba que «nosotros confluimos tanto en el objetivo como en la forma». De vuelta, Subirats exponía que «Cs era el primer grupo que en el mandato anterior entendió que este cambio de gobernanza no iba a peor para la ciudad de Reus».

En detalle, los puntos aprobados ayer, un total de cuatro, consistían en la aceptación de la renuncia al derecho de superficie sobre el edificio del Hospital formulada por RSM y la cesión gratuita al CatSalut del mismo inmueble. También la autorización en RSM a la financiación, por parte de la Generalitat, de la operación de crédito dedicada a amortizar el préstamo sindicado, y su sucesiva cesión en el EDP; y una ampliación de capital de RSM, por parte del Ayuntamiento, con una aportación no dineraria con crédito del Plan de Ajuste del Hospital. La operación reducirá en 60 millones la deuda municipal. No hubo atención a los medios después del pleno.

También durante el debate, Martín lamentaba que «formalicemos el fin de un periodo de gobernanza, de implicación directa en el Hospital Sant Joan, que dura más allá de 700 años de historia» y explicaba que la gestión del centro sanitario, «un reto impresionante para una administración local», «se restañó a partir del año 2014, cuando dejamos de tener balances en positivo, empezamos a tener déficits y no somos capaces de establecer acuerdos con el CatSalut para las necesidades de financiación que tenemos». «Si hubiéramos dedicado a conseguir una mejora en la financiación sólo una parte mucho más pequeña de todo el esfuerzo que sí que hemos dedicado a eso otro...», criticaba.

Llorens, a su vez, recogía las palabras de Subirats y valoraba que «un hospital no puede ser gestionado de manera municipal, con un presupuesto de 140 millones. Esta es la magnitud de la tragedia» y recordaba al concejal que, a pesar de su voluntad de escenificar un acuerdo colectivo, «la CUP siempre ha fiscalizado la mala gestión del Grupo Salud y no firmó el Pacto porla Salud». «Además», detallaba, «no compartimos al 100% su visión de la atención sanitaria. No avalamos un sistema donde cohabitan la pública y la privada».

El futuro de Ginsa y el CMQ

Precisamente interpelado por la CUP, Subirats se pronunció sobre el futuro de Ginsa y dijo que «aquello que figura en el convenio sobre la subrogación de los trabajadores no es sólo por el Sant Joan sino también paraMora, la Fundación Sagessa Salut, la FUNCA y Ginsa». «Hay piezas porresolver, y el Laboratorio de Referencia es otra», añadía. En relación a loque le respecta al CMQ y su situación económica, el concejal explicó que «entra en números rojos a raíz de una proyección económica pesimista que hace el director financiero resultado de los no ingresos porla crisis de la COVID» y que «estamos hablando con la Región Sanitaria para ver cómo queda compensado el esfuerzo sanitario y de recursos, y las expectativas que dan poder abrir antes de finales de año al antiguo hospital son buenas».

En el desenlace de la sesión, que duró dos horas, el alcalde de Reus, Carles Pellicer, apuntó que «ha sido una operación compleja, lenta y segura» y que «no ponemos el punto final a la historia del Hospital sino un punto y seguido». «Reus no se desprende de nada, el Sant Joan existe y es el legado que este Ayuntamiento deja ala ciudad», añadió. Y concluyó dirigiéndose a la oposición: «los invito a establecer nuevos consensos en este nuevo camino que garantiza la salud a la ciudadanía».