Retiran los escombros del edificio derrumbado en el barrio de Carme de Reus

Los trabajos para extraer los escombros del edificio que estaba siendo demolido en el número 24 de la calle Sant Esteve de Reus y que, la madrugada del domingo pasado, se acabó derrumbando, casi tocan a su fin. Las máquinas todavía están en el lugar pero ya han hecho desaparecer prácticamente el total de la estructura. La Associacióde Veïns L’Harmonia del Carme, a través de su presidente, Josep Machado, pide ahora que el espacio, que «es propiedad del Ayuntamiento», no se deje tal como está y que «se hagan los apuntalamientos metálicos, se aplique espuma enla medianera y se ponga pavimento o grava en el suelo a fin de que no se generen filtraciones de agua en los edificios adyacentes, que es lo que marca la normativa».

El bloque que ha caído era de tres plantas y disponía también de un local, estaba deshabitado desde hacía un tiempo atrás y en mal estado. El 24 de la calle Sant Esteve estaba tapiado porque había alojado antes ocupas problemáticos. Se ubicaba al lado del solar que tendría que acoger la ampliación del OrfeóReusenc. El proyecto de demolición que guiaba las obras que se estaban llevando a cabo cuando se hundió detallaba que «los trabajos se realizarán con mucho cuidado a fin de que no afecten a las edificaciones vecinas» y que, en general, las obras se llevarían a cabo «con medios manuales». El bloque figuraba en el catálogo de cerca de 120 inmuebles elaborado por la Associacióde VeïnsL'Harmoniadel Carme y que inventariaba los edificios donde la misma entidad había detectado cierto grado de degradación, y por eso se estaba derribando. El hundimiento, en plena madrugada, supuso un gran susto para los vecinos de la calle, muchos de los cuales se levantaron de la cama y salieron a los balcones para comprobar qué estaba pasando. Otros supieron en cuanto había habido algún problema con la demolición, que se había iniciado desde dentro y reventó las fachadas.